Desde entonces, el petróleo se ha ido recuperando lentamente tras su debacle vivida en marzo
Qatar lo tiene claro: la guerra del petróleo entre Rusia y Arabia Saudí iniciada el pasado mes de marzo fue "un gran error". Así lo ha asegurado el ministro de Energía del país en declaraciones recogidas por la CNBC. Aquello, sumado a la crisis del coronavirus, hundió al esquisto (especialmente al West Texas, que entró en territorio negativo por primera vez en su historia).
"Inundar el mercado es lo que nos ha llevado a niveles tan bajos y luego la pandemia nos llevó a un sitio aún más peligroso en el que la gente no se puede permitir seguir produciendo", asevera.
El golpe sobre los países productores y sus ingresos fue suficiente para que la OPEP y sus aliados, es decir, la OPEP+, volvieran a la mesa de negociación. En abril, acordaron el mayor recorte productivo de la historia de la organización al dejar de producir 9,7 millones de barriles diarios.
Estos recortes han sido ahora extendidos hasta julio con el Brent protagonizando un rally del 40% en mayo. "Esta última extensión de los recortes llevada a cabo confirma que la organización se ha vuelto más sensible para atender la oferta y la demanda que estamos viendo", sopesa el ministro.
"Esta coordinación que estamos viendo desde principios de año es mucho más positiva", reconoce. "Con un poco de suerte, esperamos que la demanda se vaya recuperando lentamente conforme se acaben los confinamientos a lo largo y ancho del mundo", concluye.