El consejero delegado de Banco Sabadell añade que cualquier adquisición futura será para ganar escala
El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaime Guardiola, ha asegurado que la consolidación bancaria española ya está terminada. Además, ha apuntado que las próximas adquisiciones que se produzcan serán para ganar dinero y reducir costes. No obstante, reconoce que no es el objetivo de la entidad.
Durante su intervención en el VIII Encuentro Financiero Expansión-KPMG: 'La banca ante los retos de la regulación, la rentabilidad y la digitalización', el consejero ha destacado que la consolidación bancaria, "entendida como el mecanismo para resolver los problemas de solvencia del sistema financiero español, "ya se puede dar con acabada" tras la resolución de Banco Popular y adquisición por Banco Santander y la fusión entre Bankia y BMN. "Lo que vendrá será una consolidación basada más en ganar escala para reducir costes", ha comentado Guardiola.
Preguntado sobre que tras la resolución de Banco Popular han pasado a ser el banco más pequeño de los grandes, el consejero delegado de Sabadell ha destacado que la dimensión de la entidad es la “adecuada” para invertir. Además, Guardiola ha asegurado que para las cosas en las que una entidad financiera necesita tamaño, como el acceso a los mercados, Sabadell está bien posicionado.
"Eso no quita que tengamos ganas de crecer", ha matizado Guardiola, que ha subrayado que, en el marco de su plan estratégico, Sabadell tiene el foco en el crecimiento orgánico. "No estamos incómodos con nuestro tamaño", ha sostenido,y ha destacado que el crecimiento del banco es "muy bueno" en todos los mercados donde tiene presencia.
En relación al impacto de la nueva directiva de contable de provisiones (IFRS), Guardiola ha señalado que tendrá un impacto de 50 puntos básicos sobre la ratio de capital CET1 'fully loaded' de la entidad, que se situará a cierre de 2017, en cualquier caso, por encima de su nivel a cierre de 2016.
Respecto a la transformación tecnológica, Guardiola cree que supone una "gran oportunidad para la banca", ya que le otorga la posibilidad de dar "un salto cuántico", aunque estima que serán los bancos los que tengan que ser "más elásticos" y adaptarse a al nuevo consumidor.