El inversor apuesta por hacer 'trading' y vender el bono antes de su vencimiento
La rentabilidad del Bund está en mínimos históricos tras caer al -0,5%. La fuerte demanda y las expectativas de nuevas compras del BCE (Banco Central Europeo) han hundido el rendimiento de uno de los activos refugio más seguros por excelencia.
No hay fundamentales que respalden esta caída del rendimiento a mínimos porque los swap de inflación no descuentan una deflación. Todo lo contrario. Anticipan una inflación del 1,3%. ¿Si no hay fundamentales, por qué los inversores siguen comprando tanto un producto que le hace perder dinero?
Oferta y demanda. Desde la perspectiva de la demanda, es sabido que siempre que la gente quiere algo seguro acude al Bund. Tanto europeos como americanos. Todos. Billones y billones. Eso explica los altos niveles de demanda que está registrando la deuda alemana pese a su rentabilidad negativa. Es como abonar la prima de un seguro.
Al otro lado está la oferta. Alemania no es un país de la envergadura de Estados Unidos o Japón. Es más pequeño. Y está muy poco endeudado. A ello se suma otro aliciente: un tercio de los bonos alemanes está actualmente en manos del BCE. Mucha demanda, poca oferta. El precio sube y la rentabilidad baja.
Los inversores se la están jugando. Apuestan a hacer 'trading' y, llegado el momento, venderle sus bonos alemanes al BCE. No es algo seguro. Pero creen en ello. Y así lo demuestran las cifras. Pese a que el riesgo esté ahí. Esa es la tesis que defiende DWS, gestora de Deutsche Bank.
LA JUGADA DE DWS, GESTORA DE DEUTSCHE, PARA SALIR GANANDO
En su último informe, DWS defiende que aún se puede ganar dinero invirtiendo en deuda gubernamental de la Eurozona. La jugada de la gestora de Deutsche para sacar tajada es comprar deuda alemana y mantenerla solo un año, en vez de hasta su vencimiento. Ponen como ejemplo el bono a 10 años que actualmente rinde un -0,4% y se convertirá en un bono a nueve años en 12 meses. Dicho bono a nueve años ofrece una rentabilidad del -0,49%, por lo que "el beneficio de la venta compensaría la rentabilidad negativa".
Ojo, la gestora avisa de que este cálculo depende en buena medida de la evolución de las rentabilidades de uno a otro año. DWS reconoce que se trata de "una hipótesis poco realista porque sabemos que las tires de los bonos pueden elevarse o reducirse, por lo que el resultado real puede ser mejor o peor de lo mostrado".
Ante la duda, pone el ejemplo de Japón. Allí las tires de los bonos a 10 años cayeron a terreno negativo en febrero de 2016. Desde entonces, la deuda nipona ha rendido tan solo un 0,011% de media. Con todo, según ICE Data Services, los índices de bonos del gobierno nipón a 7-10 años han registrado una rentabilidad anual media del 0,46% desde febrero de 2016. Para DWS el caso de Japón demuestra que "las estrategias que explotan la inclinación de la curva de tipos también funcionan en la práctica".