La victoria del líder republicano puede suponer un repunte de la inflación
La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) celebra este jueves una nueva reunión de política monetaria, la primera desde el recorte 'jumbo' de 50 puntos básicos que sorprendió a buena parte del mercado. También será la primera después de la victoria de Donald Trump y el esperado repunte inflacionario que conllevará. Esto puede alterar la hoja de ruta del banco central, por lo que los expertos permanecerán atentos sobre la guía que ofrezca el organismo.
Para los analistas de Ebury, el resultado de las elecciones "puede desacelerar el ritmo del ciclo de recortes de la Fed", y los inversores ahora descuentan "una tasa de interés terminal más alta".
Sin embargo, este cónclave parece que tendrá menos misterio, ya que se espera un recorte de 25 puntos básicos con un 99% de probabilidad, según la herramienta FedWatch de CME, puesto que "es poco probable que el banco central estadounidense tenga en cuenta las cuestiones políticas" en esta reunión, y en su lugar optará por "esperar hasta tener más claras las prioridades económicas del vencedor", como apuntan en Edmond de Rothschild AM.
De cara al futuro, creen que el escenario será de tipos más elevados de lo esperado semanas atrás, y creen que "a medida que se aclare el impacto inflacionista del programa de Trump, la Fed podría abandonar parcialmente el recorte de 100 pb anticipado en su último informe".
"No obstante, debemos permanecer atentos al riesgo que corre la independencia de la Fed, dado el deseo declarado de Trump de interferir en la toma de decisiones de la institución, aunque será difícil que ponga en entredicho la presidencia de Jerome Powell antes de que finalice su mandato en 2026", matizan.
Los últimos informes de inflación mostraron un panorama alentador para la Fed, que con los precios cerca del objetivo de crecimiento del 2% interanual, comenzó a prestar más atención a la salud del mercado laboral. Aunque las elecciones amenazan con alterar todas las previsiones, y la inflación "podría incluso acelerarse bajo la presidencia de Trump".
"Los inversores vigilan de cerca el riesgo de aranceles, pero el aspecto más inflacionista del programa de Trump es su deseo de retirar a millones de trabajadores inmigrantes del mercado laboral, que ya está bajo presión. La relación entre puestos de trabajo abiertos y trabajadores desempleados sigue siendo superior a 1, y es probable que vuelva a aumentar si se aplica esta política, lo que contribuirá a sostener los aumentos salariales y, por tanto, la inflación subyacente", explican.
Por su parte, Dan Coatsworth, analista de mercados en AJ Bell, destaca que "imponer grandes aranceles a los bienes importados (Trump ha propuesto aranceles del 60% a los bienes de China, hasta un 20% a los del resto del mundo) elevaría significativamente los precios, a medida que los costos adicionales se trasladan al cliente", lo que "podría perjudicar a las empresas que no tienen poder de fijación de precios y al consumidor que está desesperado por que su salario mensual no sea devorado en un instante".
"Muchos votantes dicen que eligieron a Trump porque hablaba con franqueza y recuerdan los días felices en los que anteriormente fue presidente. Al votarlo para que regrese a la Casa Blanca, estas personas esperan que todo vuelva a ser como antes, con un menor coste de vida en el centro de todo. Pero existe una posibilidad real de que Trump empeore, no mejore, las cosas en lo que respecta a la lucha contra la inflación", añade.
Los analistas de Oxford Economics apuntan que, si no hubiera consenso entre los banqueros centrales sobre la decisión de este jueves, los disidentes "estarían a favor de no recortar en lugar de hacer un recorte mayor", ya que no consideran que los datos macroeconómicos hagan presagiar una bajada de medio punto, especialmente después de que el informe laboral de octubre no arrojará luz sobre la situación del empleo, a causa de las distorsiones introducidas por los huracanes y las huelgas.
"El empleo en octubre no influirá en la Fed en una dirección u otra debido a la volatilidad, que es lo que normalmente ocurre cuando hay huracanes. El banco central ha reconocido el impacto de los huracanes en sus declaraciones posteriores a sus reuniones en el pasado. Haciendo caso omiso del efecto huracán y huelga, el crecimiento tendencial del empleo se ha desacelerado y la Fed desconfía de los posibles riesgos a la baja para el mercado laboral. Por lo tanto, la gestión del riesgo será un factor en su decisión de continuar normalizando las tasas de interés", detallan.
Mientras, el organismo seguirá debatiendo sobre el destino final de su senda de flexibilización, aunque en esta reunión no actualizará sus proyecciones, en busca de "la tasa de equilibrio de los fondos federales a largo plazo". Los analistas de la firma británica aseguran que, en los últimos meses, el organismo "ha estado elevando su estimación de la tasa neutral, y hay muchas probabilidades de que la aumente aún más cuando actualice su llamado gráfico de puntos en diciembre".
"El rango de estimaciones del tipo natural entre los funcionarios de la Reserva Federal es amplio, lo que pone de relieve la incertidumbre. La tasa neutral no es directamente observable, pero puede estimarse. Sin embargo, estas estimaciones todavía están sujetas a una incertidumbre significativa y pueden variar según los supuestos y el enfoque econométrico", concluyen.