La mayoría de analistas prefiere no arriesgarse a corto plazo dada la complicada situación
Credit Suisse ha sido el último en decir 'no' a la renta variable. El banco publicaba este martes un informe bajando su consejo sobre las bolsas globales hasta 'infraponderar'. Reconocen estos analistas que ha llegado el momento de ser prudentes, especialmente después de lo ocurrido en Jackson Hole, y avisan del complicado momento marcado por la desaceleración del crecimiento, una inflación más alta que antes de la pandemia, subidas de tipos de los bancos centrales y un comportamiento más moderado de los mercados financieros.
En general, la palabra que domina ahora los mercados es 'prudencia', y el duro discurso de Jerome Powell del viernes pasado ha reafirmado esa postura.
Bankinter se muestra también muy cauto e igualmente opta por esperar antes de aumentar su exposición a la renta variable. Recordamos que la entidad cambió su estrategia y se puso defensivo con las bolsas el pasado 31 de enero; el 24 de febrero volvió a bajar su exposición a renta variable y el 7 de marzo de nuevo hizo lo propio.
Para decidir si vuelve a aumentar su exposición a la renta variable irá analizando uno a uno los datos macro que se vayan publicando, según ha explicado el director de análisis del banco, Ramón Forcada, con la mira en uno especialmente: la inflación de EEUU que se publica el 13 de septiembre. "Si retrocediese de nuevo, como ya hizo en julio (+8,5% desde +9,1%) y como sucedió con el Deflactor del Consumo Privado (PCE) este viernes pasado (+6,3% desde +6,8%), es posible que, si otros datos y circunstancias cooperan favorablemente, decidamos aplicar otra subida de exposición", comentan desde la entidad.
Deutsche Bank ha rebajado su recomendación sobre la renta variable europea a 'neutral'. Pantheon Economics y Rabobank temen el impacto de la complicada situación en los resultados y, con ello, en las cotizaciones de las empresas. J.Safra Sarasin SAM cree que la tendencia a la baja de los índices continuará. Bank of America sigue negativo, especialmente con la renta variable europea... y así un largo etcétera.
El pasado mes de julio, BlackRock anunciaba ya su bajada de consejo para la renta variable de los mercados desarrollados hasta 'infraponderar' desde 'neutral' y apuntaba a una razón principal para ello: "El riesgo de que la Fed 'se pase de frenada'" en su afán por contener la inflación mediante subidas de tipos agresivas.
Y, de momento, ese afán persiste. Powell dejó claro el viernes que el banco central estadounidense va a continuar con su dura política de endurecimiento monetario, lo que ha provocado las últimas caídas en las bolsas. Esto supone que uno de los principales riesgos que aducen los analistas para mantenerse muy prudentes con las bolsas -el hecho de que la Fed siga en guerra contra la inflación- ha quedado claramente confirmado. Debido a esta situación, el segundo gran riesgo, que se produzca una recesión, va cobrando cada vez más fuerza, lo que a su vez impacta en el sentimiento de los inversores.
Morgan Stanley anunció la semana pasada un empeoramiento de las previsiones económicas de la eurozona ante la preocupación por otro asunto que también mantiene actualmente muy presionados a los mercados: la crisis energética, que afecta especialmente a Europa.
El banco estadounidense espera ahora "una recesión ligeramente más profunda a partir del cuarto trimestre" de este año y una recuperación más lenta de la actividad en el segundo semestre de 2023.
El modelo de valoración de Morgan Stanley sugiere que las posibilidades de crecimiento económico negativo en la eurozona en el cuarto trimestre son las más altas desde la primera oleada de Covid y se encuentran en niveles en torno a las observados durante la crisis de deuda soberana en 2011-2012. "Según todas las métricas, el crecimiento del pesimismo va en aumento", avisa.
Crisis energética, inflación, endurecimiento monetario, recesión... Todo esto está detrás de la visión cautelosa de los expertos respecto a las bolsas. A corto plazo (3 a 6 meses, concreta Credit Suisse), la mayoría cree que es mejor estar fuera de ellas. A largo plazo, siguen apostando por la renta variable, pero siempre escogiendo muy bien y con mucho cuidado en qué invertir.