Diciembre arranca con buenas sensaciones, pero nadie quiere 'lanzar las campanas al vuelo'
No cabe duda de que lo más destacado de la semana ha sido la moderación de la inflación en España, Alemania y la eurozona. Si a esto se suma que el presidente de la Reserva Federal (Fed) ha dicho que irán ralentizando las subidas de tipos, da la impresión de que el panorama económico global se va despejando. O no.
'El diablo está en los detalles', y los expertos insisten en que la inflación subyacente sigue fuerte. En España, repuntó una décima, hasta el 6,3% interanual, según el dato preliminar de noviembre. En la eurozona, se mantuvo en el 5%. Así, aunque las tasas generales se moderaron (hasta el 6,8% en España, y el 10% en Alemania y la eurozona, respectivamente), los economistas no están seguros de poder 'lanzar las campanas al vuelo'.
"Puede ser prematuro hablar de un punto de inflexión en la inflación. La caída puede haber reflejado los movimientos erráticos de la energía y algunos otros componentes. En cualquier caso, hay pocos indicios de que la inflación subyacente se esté relajando mientras que la inflación de los precios de los alimentos siguió acelerándose", apuntan desde HSBC.
"Hay pocos indicios de que la inflación subyacente se esté relajando", reconoce HSBC
El hecho de que Jerome Powell se haya mostrado más 'paloma' que 'halcón' en su última comparecencia de este miércoles podría reafirmar la tesis de un pico en la subida de precios, pero también aquí hay matices. Dice Ipek Ozkardeskaya, analista de Swissquote Bank, que el mercado ha interpretado mal las palabras de Powell. "Afirmó que las subidas más pequeñas son menos importantes que cuánto más hay que subir y durante cuánto tiempo. En resumen, Powell advirtió a los inversores de que el tipo de interés terminal de la Fed será más alto y se mantendrá así durante más tiempo", comenta.
Desde HSBC reafirman este planteamiento al asegurar que otros miembros de los bancos centrales han seguido mostrándose claramente 'halcones' en los últimos tiempos. "De hecho, en un reciente discurso de Isabel Schnabel, miembro del Consejo del BCE, ésta señaló que una mayor demanda agregada, especialmente si va acompañada de una relajación fiscal sin objetivos, podría requerir una respuesta monetaria más dura", comentan.
Al otro lado del Atlántico, el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, repitió este miércoles, justo antes de hablar Powell, su petición de subidas de tipos adicionales hasta un nivel que restrinja el crecimiento económico. Bullard dijo que las estimaciones muestran que se necesitaría una tasa de al menos el 4,9%.
Para Neil Wilson, director de análisis de Markets.com, el discurso de Powell fue en realidad "bastante agresivo". "El mercado escuchó lo que quería oír. Se trató de una subida entusiasta (de las bolsas) sin ninguna noticia nueva".
Es verdad que Powell dio una señal fuerte sobre el momento en que la Fed reducirá el ritmo de subidas (diciembre), pero fue mucho más allá, y eso es lo que el mercado no quiso escuchar, según Wilson. "Cuando subrayó que hay 'más terreno que cubrir' y que 'la historia desaconseja una flexibilización prematura de la política', todo lo que el mercado pudo escuchar fueron las palabras sobre la ralentización del ritmo de las subidas de tipos", subraya.
"Como venimos señalando aquí, y en palabras del gobernador de la Fed, Waller, hay que dejar de prestar atención al ritmo y empezar a prestar atención a dónde va a estar el punto final", concluye Wilson.