La eléctrica española mantendrá e incluso incrementará su dividendo pese a la actualización a la baja de sus previsiones de resultados en 2018 y 2019
Hasta 2020, Enel habrá cobrado cerca de 29.000 millones de euros brutos en dividendos desde España gracias a la operación que le permitió tomar el control de Endesa en 2007, con la ayuda indispensable de la entonces constructora Acciona, el visto bueno del Gobierno socialista de Zapatero y en detrimento de la alemana E.On. La jugada le ha salido redonda. Quizá inmejorable y todavía sigue activa.
La eléctrica española todavía quiere satisfacer a sus dueños italianos prolongando la década dorada de dividendos con otros tres ejercicios más de ‘macrodividendos’. En una actualización de su Plan Estratégico del pasado año, que regirá su destino hasta el año 2020, Endesa ha lanzado un ‘profit warning’ con la rebaja de sus previsiones de beneficio neto para 2018 (-100 millones) y 2019 (-200 millones), hasta los 1.400 y 1.500 millones, respectivamente.
La compañía justifica el recorte de las previsiones en el Ebitda (resultado bruto de explotación) y beneficio para los dos próximos ejercicios 2018 y 2019 por "las adversas condiciones del mercado". En concreto, fuentes de la compañía indican que "la subida del precio del pool han recortado las previsiones que se realizaron el pasado mes de noviembre". Un hecho que golpea en especial a Endesa porque "vendemos más de lo que generamos", por lo que tienen que acudir al mercado mayorista y comprar más caro.
Pese a este ajuste de su resultado, Endesa mantendrá sus niveles actuales de dividendo, con una rebaja del 6%, desde los 1,42 hasta los 1,32 euros por acción, para el año que viene. Supone una rentabilidad bruta para el accionista que ronda el 7% en el momento actual. Después, el grupo que preside Borja Prado prevé volver a elevarlo a 1,33 euros en 2019 y en 2020 espera pagar hasta 1,5 euros si mantiene su política de ‘pay-out’ del 100%, es decir, que destine el equivalente a todo su beneficio al pago del dividendo.
UNA DÉCADA DE DIVIDENDOS
Hasta la fecha, Endesa ha pagado a Enel, que controla el 70% de su capital, la friolera de 25.300 millones de euros en dividendos desde 2007 a 2017, según datos compilados por Bolsamanía. A esa cifra hay que sumar los 518 millones que ingresará el próximo 2 de enero, en el pago a cuenta de 0,7 euros por acción que celebrará la compañía.
Entre 2018, 2019 y 2020, la eléctrica italiana se embolsará otros 3.000 millones en dividendos, según las cifras de su renovado Plan Estratégico. Si a todo lo anterior se añaden los 3.300 millones que Enel ingresó con la venta, OPV mediante, del 22% de Endesa en 2014, la tajada que habrá sacado de su filial española en poco más de 13 años ascenderá a 32.300 millones de euros.
Lo cobrado en rentas es casi tanto como todo lo invertido. El grupo semiestatal italiano destinó 36.400 millones de euros a la operación Endesa. Por tanto, sólo entre dividendos y ventas parciales de acciones ha recuperado el 88% de su inversión y aún mantiene el 70% del capital, valorado en unos 14.000 millones. Si Enel vendiese sus acciones mañana obtendría 46.300 millones, lo que supone un rendimiento bruto del 27% en forma de plusvalías.