Estos comicios inauguran un año que va a estar repleto de citas con las urnas en todo el mundo
Con permiso de las elecciones de Estados Unidos, que cerrarán este año (se celebran el 5 de noviembre), las de Taiwán, que lo abren (tienen lugar este mismo sábado), constituyen igualmente un evento muy relevante. En ambos casos, China es el afectado indirecto del resultado dado que, lo que ocurra en las urnas, será determinante tanto para la relación entre EEUU y China como entre Taiwán y el gigante asiático.
De ahí que sea tan importante lo que suceda en las elecciones de Taiwán, que podrían tensionar las relaciones con China o apaciguarlas. El primer escenario es más probable dado que se espera que vuelva a ganar el partido actualmente en el poder, Partido Progresista Democrático (DPP), favorable a la independencia. De ser así, algunos temen incluso que este resultado pueda derivar en una acción armada de China contra Taiwán, lo que constituiría sin duda el peor escenario.
Esta hipotética nueva crisis geopolítica tendría una derivada económica clara dado que Taiwán pertenece al llamado grupo de los Tigres Asiáticos (junto a Corea del Sur, Singapur y Hong Kong) y es el mayor productor mundial de semiconductores.
"Cualquier acción militar en Taiwán llevaría a una crisis tecnológica, probablemente causando un colapso económico global", advierte Hani Abuagla, analista sénior de XTB MENA.
"Cualquier acción militar en Taiwán llevaría a una crisis tecnológica, probablemente causando un colapso económico global"
TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company) es el mayor fabricante de semiconductores del mundo, con casi el 58% de cuota de mercado, según TrendForce. Samsung ocupa el segundo lugar, con un porcentaje del 12,4%.
"TSMC produce semiconductores en nombre de otras empresas y no fabrica chips para su propio uso bajo su propia marca. No solo produce para empresas como Apple, sino también para otros actores clave en el sector de chips, como AMD y Nvidia. Estas empresas se pueden ver más como socias que como competidores", explica Abuagla. "Aunque TSMC es un proveedor crucial de chips para China, un conflicto armado en la isla podría llevar a una crisis tecnológica total en todo el mundo", recalca.
Taiwán no es sólo TSMC; también es el hogar de Acer, Asus y Foxconn, otros fabricantes electrónicos muy conocidos. Curiosamente, el fundador de Foxconn, Terry Guo, se postulaba en las elecciones presidenciales, aunque finalmente retiró su candidatura.
Las encuestas sugieren que el DPP permanecerá en el poder. El actual vicepresidente, Lai Ching-te, del DPP, se postula en las elecciones presidenciales. La presidenta en funciones, Tsai Ing-wen, ha ocupado su cargo dos veces desde 2016 y ya no puede presentarse. Su periodo de gobierno ha estado marcado por una escalada significativa de tensiones entre China y Taiwán.
"La elección de Lai Ching-te puede indicar el mantenimiento o incluso el empeoramiento del estado actual. El DPP enfatiza que, bajo su gobierno, el país ha fortalecido su autonomía y seguridad mediante lazos más estrechos con países como Estados Unidos y otras democracias similares", explica Hani Abuagla.
Otro candidato con un considerable apoyo es Ko Wen-je, miembro del TPP (Partido Popular de Taiwán). Es un exalcalde de Taipéi.
El tercer candidato es el alcalde de Taipéi y el líder del principal partido de la oposición, el Kuomintang (KMT), Hou Yu-ih. Este candidato, exjefe de policía, dirige su campaña destacando la posibilidad de guerra. El Kuomintang es un partido originario de la China continental, que reclama derechos sobre el poder en todo el Estado.
"Es importante mencionar que cada candidato apoya mantener el estado actual y se abstiene de declarar la independencia. Sin embargo, China emplea simultáneamente la desinformación para influir en los votantes hacia partidos menos anti-China, como el KMT y el TPP", subraya Abuagla.
La última encuesta del medio asiático ETtoday otorga un 38,9% de apoyo al candidato del DPP, Lai Ching-te, quien ha liderado desde el inicio de la campaña. El segundo candidato difiere según la fuente de la encuesta, pero la misma encuesta de ETtoday otorga un 35,8% de apoyo al candidato del KMT, Hou Yu-ih. Ko Wen-je cuenta con un apoyo del 22,4%.
El candidato que reciba el mayor número de votos en la primera ronda única gana, lo que significa que no necesariamente debe tener el 50% de los mismos.
El conflicto entre China y Taiwán se remonta al siglo XVII, cuando la isla quedó bajo jurisdicción china. Poco antes del año 1900, Taiwán cayó bajo el dominio japonés. Después de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, volvió a quedar bajo la administración china. Sin embargo, la insatisfacción con el Gobierno del partido Kuomintang llevó a disturbios significativos en Taiwán. La Guerra Civil China y la victoria de Mao Zedong llevaron a la huida de las autoridades chinas a Taiwán.
Taiwán, también conocida como la República de China, no reconoce a las autoridades en el continente. Al mismo tiempo, no ha declarado oficialmente la independencia.
China sigue una política de unidad y ha anunciado planes de reunificación para 2049. Las autoridades chinas enfatizan que cualquier declaración de independencia por parte de Taiwán sería respondida con intervención militar. Por esta razón, China no favorece la victoria del actual partido gobernante, ya que no solo podría prolongar el actual punto muerto, sino también intensificar las tensiones.
China enmarca las elecciones como una elección entre la guerra y la paz en su particular campaña al respecto. "Sin embargo, no parece que el país esté inclinado hacia una mayor escalada del conflicto más allá de lo que se ha visto hasta ahora, a menos que Taiwán declare la independencia, lo que también parece improbable", reconoce Abuagla.
Con todo, en caso de la continuación del gobierno del DPP, desde XTB MENA creen que China podría optar por ejercicios militares más frecuentes en las cercanías del Estrecho de Taiwán, posiblemente incluso violando el espacio aéreo de Taiwán.
"Es crucial señalar que un ataque a Taiwán no solo interrumpiría el suministro de semiconductores para el mundo, sino que también pondría en peligro hasta el 50% del transporte mundial de contenedores. En la actualidad, sin su producción de semiconductores, China enfrentaría problemas significativos en caso de un ataque".