Norges Bank, el banco central del país que actúa también como fondo soberano, ha enviado una carta al Ministerio de Finanzas en la que aconseja salir de estos valores
El fondo soberano de Noruega, el mayor del mundo y cuyo objetivo es garantizar las pensiones de los noruegos, podría acometer un inesperado movimiento. Norges Bank, el banco central del país que también actúa como fondo soberano, ha enviado una carta al Ministerio de Finanzas en la que recomienda modificar su posición inversora respecto al petróleo y al gas. En concreto, aconseja dejar de apostar por estos valores para que el fondo sea menos vulnerable a la caída de los precios de estas commodities. La noticia no ha dejado a nadie indiferente, y es que de acometerse esta medida supondría desinversiones superiores a los 30.000 millones de euros en las empresas petroleras y gasistas cotizadas.
Las acciones petroleras y gasistas representan alrededor del 6% de la cartera de activos del fondo, es decir, unos 300.000 millones de coronas noruegas
En términos globales, las acciones petroleras y gasistas representan alrededor del 6% de la cartera de activos del fondo, es decir, unos 300.000 millones de coronas noruegas (30.900 millones de euros al cambio actual). Hay que recordar que el fondo tiene participaciones relevantes en acciones relacionadas con el petróleo y gas: Noruega controla el 1% de la petrolera Repsol, el 0,77% de Gas Natural y el 2,96% de Técnicas Reunidas, especializada en la construcción de refinerías de petróleo y plantas de gas.
Precisamente esta semana se ha conocido que Norges Bank, guardián del fondo soberano, había recortado un 40% su inversión en la ingeniera española, vendiendo el 1,6% de Técnicas Reunidas a raíz de su reciente profit warning y del desplome del 17% que esta noticia propició en sus acciones. La noticia supuso un auténtico revés para la compañía en bolsa, y lo mismo podría ocurrir con otras firmas petroleras y gasistas si se acaba confirmando que el fondo noruego recortará su inversión en el sector.
La mayor damnificada sería la holandesa Royal Dutch Shell, dado que el fondo ostenta un 2,3% del capital de la petrolera, y supone su tercera mayor inversión en Bolsa. Tras conocerse la noticia, las acciones de esta compañía caen un 2,4%. Pero no es la única, ya que el fondo también tiene una presencia significativa en el accionariado de otras petroleras: controla un 1,7% de la británica BP, y un 0,9% y un 0,8%, respectivamente, de las estadounidenses Chevron y ExxonMobil. También tiene participaciones significativas en otras petroleras europeas como la italiana Eni (1,7% de su capital), la francesa Total (1,6%) y la sueca Lundin Petroleum (0,9%).
La noticia ha sacudido al mercado, y las petroleras han bajado en bolsa. Las acciones de Statoil, la petrolera estatal noruega, han cedido un 0,18% en la Bolsa de Oslo, mientras que Repsol se ha dejado un 0,83% en el Ibex 35. La británica BP ha retrocedido un 0,76% en la Bolsa de Londres, y la francesa Total, que se ha girado a la baja tras conocer la noticia, ha cerrado prácticamente plana.
Según argumenta Norges Bank, la propuesta de adoptar esta medida, pese a que el fondo soberano noruego está financiado gracias a los ingresos obtenidos con la explotación del petróleo, se sustenta en la elevada volatilidad que aportan estos valores al fondo, teniendo en cuenta las constantes idas y venidas de las petroleras en bolsa ante los cambios que experimenta el precio del crudo.
En la mencionada carta, el vicegobernador del banco noruego a cargo de la supervisión del fondo, Egil Matsen, asegura que esta recomendación se basa única y exclusivamente en el exhaustivo análisis de los valores petroleros y gasistas que ha realizado Norges Bank, y que para nada se puede entender como una opinión sobre la rentabilidad o la sostenibilidad del sector en el futuro. "Nuestra perspectiva es reducir los riesgos para la riqueza del estado", ha explicado, señalando que "podemos hacerlo mejor al no incrementar nuestra exposición a los precios del petróleo".
El banco sostiene que las acciones petroleras y gasistas están significativamente más expuestas que otros sectores a la fluctuación del precio del petróleo. Así, en los momentos en los que el precio del crudo se ha mantenido estable, el rendimiento de estos valores se ha movido en línea con el resto del mercado. Sin embargo, cuando el precio del petróleo cae de forma sostenida en el tiempo y durante largos periodos, la diferencia entre los retornos de las acciones petroleras y gasistas y el resto del mercado han sido considerables. Últimamente el rendimiento de estos valores petroleros y gasistas ha sido "significativamente más bajo" que la media registrada por el mercado en medio de la caída registrada en el precio del petróleo, y eso es lo que ha llevado a Norges Bank a recomendar la desinversión.