Pese a la debilidad final, el índice español firma su mejor año desde 2013
Ya está. El Ibex 35 ha despachado ya oficialmente su mejor año desde 2013. Así, sin más, el balance parecería positivo, pero aunque en general del tono del ejercicio ha sido bueno, lo cierto es que la 'cosecha' final sabe a poco tras todo lo que prometía después de un fulgurante inicio en el que superó los 11.000 puntos.
En concreto, cerró la jornada del 5 de mayo en los 11.135 puntos, su nivel más alto desde 2015 y casi un 20% por encima de los 9.352 puntos a los que había concluido 2016. El presente le pertenecía y el futuro parecía que también, sobre todo con las notables subidas que el sector con más peso en el índice, el bancario, estaba registrando.
Pero no fue así. El motor llegó hasta ahí. Y no pudo ir más allá ni sostener siquiera esas cotas. La aclamada reconquista del 11.000 no pasó de ser efímera. Cambió el paso en junio, a la postre el peor mes de 2017, puesto que se saldó con una caída del 4%. ¿Casualidad? No. Fue en junio cuando se produjo la resolución de Banco Popular y su posterior venta por un euro a Banco Santander, un hito que frenó la carrera alcista de los bancos y, por extensión, la del índice.
Junio se fue con el índice bajo los 10.500 puntos. Y ahí, en ese terreno, entre los 10.000 y los 10.600 puntos, entre los 'profit warnings' de compañías como Técnicas Reunidas o Siemens Gamesa, y la incertidumbre política de Cataluña, se ha movido el resto de un año que termina este viernes con un sabor agridulce. Agrio, porque se esperaba más. Y dulce, porque el Ibex ha acumulado finalmente una subida anual del 7,4%, la mayor desde el 21% logrado en 2013 y tras dos años de caídas, ya que se dejó un 2% en 2016 y un 7% en 2015. A su espalda, 12 meses de los que siete han acabado en positivo -especialmente marzo, en el que se disparó un 9,5%- y cinco en negativo, incluido diciembre salvo que este viernes rebote un 1,2%.
La mejor 'cosecha' desde 2013, saldada con un avance próximo al 8% en 2017, no impide cierta decepción por la fuerza vista hasta mayo y el tedio de los últimos meses
Por valores, el saldo también se inclina del lado de las ganancias: 24 de los miembros del Ibex sube y 11 bajan. Entre los mejor parados, Cellnex, con una revalorización próxima al 60%, y Abertis y Amadeus, con sendos avances que rondan el 40%. Los casos de Abertis y Cellnex están condicionados por la disputa abierta por la italiana Atlantia y la española ACS para comprar Abertis. En cuanto a los pesos pesados, los mejores son los dos grandes bancos, Santander y BBVA, con ganancias anuales del 11%.
Entre los descensos también se cuelan varios de los nombres más ilustres del índice. Es el caso de Inditex, con una bajada del 10% en 2017, o Telefónica, que se deja un 7%. Aunque los peores son los valores que han tenido que ajustar sus previsiones de beneficios, puesto que los 'números rojos' de Siemens Gamesa se acercan al 40% y los de Técnicas superan el 30%.
AL EURO Y AL CRUDO LES SOBRA FUERZA
Mientras el Ibex ha acabado el año desfondado, el euro y el crudo lo hacen plenos de energía. El primero llega a la última sesión por encima de los 1,19 dólares en un ejercicio en el que, lejos de caer hasta la profetizada paridad contra el dólar, ha terminado apreciándose un 13% contra el 'billete verde', su mayor apreciación desde 2003 y su confirmación como la divisa más fuerte del año.
En lo que respecta al petróleo, el barril Brent, de referencia en Europa, llega al último día de 2017 en los 66 dólares, con una subida acumulada del 20% en el año y en zona de máximos de tres años.
Aunque para fuerza, por supuesto, la del activo del año, el bitcoin, estandarte principal del boom protagonizado por las divisas virtuales este ejercicio. Pese a los fuertes vaivenes de las últimas sesiones, con subidas y bajadas de doble dígito, acaba en torno a los 14.000 dólares un año que arrancó en los 1.000 dólares.
Mucho menos 'interesante' ha sido año en la deuda pública. En el caso español, el rendimiento del bono a 10 años despide 2017 en el 1,5%, ligeramente por encima del 1,4% de hace un año. Eso sí, la prima de riesgo, que mide la diferencia entre este rendimiento y el del bono alemán a 10 años, se ha estrechado de los 120 a los 108 puntos básicos.