La gobernadora del banco central considera un riesgo el apalancamiento empresarial
"La inflación parece estar bien anclada al alza en torno a nuestro objetivo del 2%, pero hay algunos signos de desequilibrios financieros. Nuestro análisis de vulnerabilidades sugiere que existen riesgos elevados en las valoraciones de los activos y en el apalancamiento empresarial".
Son las palabras de la gobernadora de la Reserva Federal (Fed), Lael Brainard, quien ha advertido sobre algunas señales de inestabilidad financiera en Estados Unidos. En su opinión, sería "prematuro" considerar un ajuste a la baja de los requisitos de capital y liquidez establecidos en la industria bancaria tras la crisis financiera de 2008.
Ante este contexto, aunque ha asegurado que apoya los esfuerzos para identificar mejoras que hagan que la regulación sea menos onerosa, dice que es vital ser prudente con respecto a cualquier cambio material en el marco central de capital y liquidez, y pide que no se pierda de vista la salud financiera de los bancos de EEUU.
Para Brainard, lo prudente es esperar a ver cómo funciona el nuevo marco establecido tras la recesión bancaria de hace una década a través de un ciclo completo antes de llevar a cabo ajustes. "En este punto del ciclo resulta prematuro volver a revisar la calibración del capital básico y los requisitos de liquidez de las grandes entidades", ha subrayado.
Algunos investigadores sugieren que las reglas de solvencia para los bancos actuales son demasiado pesadas para el sector y ahogan el crédito, pero, según la gobernadora, la evidencia sugiere todo lo contrario, pues las ganancias de la industria son fuertes y los préstamos bancarios han permanecido saludables durante los últimos años.
De hecho, ha asegurado que los bancos estadounidenses son "muy competitivos" si se comparan con sus pares internacionales, por lo que subraya que el nivel actual de capital es "un signo de fortaleza". "Aunque hay una tendencia natural a cuestionar 'los colchones' cuando los tiempos son buenos, los costes asociados a no tener suficiente capital para absorber pérdidas se vuelven demasiado evidentes en una recesión", ha argumentado.
"Cuando las pérdidas van en aumento, en general suele ser demasiado tarde para comenzar a construir amortiguadores, lo que quedó muy claro con las devastadoras consecuencias en algunos países durante la última crisis", ha añadido.
CREACIÓN DE UN 'COLCHÓN ANTICÍCLICO'
En este sentido, Brainard ha señalado que si las presiones cíclicas continúan creciendo y las vulnerabilidades financieras se amplían, podría ser apropiado pedir a los bancos más grandes que constituyan un 'colchón anticíclico' (CCyB) de capital para mantener un grado adecuado de resiliencia frente a cualquier tipo de estrés.
Tal y como ha explicado, el CCyB es un margen adicional de capital que se le puede pedir a los bancos más importantes de un país para que creen una resistencia en caso de que exista un riesgo elevado de pérdidas superiores a lo normal, que a menudo siguen a periodos de rápida apreciación del precio de los activos o a un importante crecimiento crediticio.
Este amortiguador está destinado a ser liberado a medida que la economía se debilita para permitir que los bancos presten más cuando más se necesita, mientras que pueden usarse de 'bastón' al que apoyarse ante un incremento de las vulnerabilidades financieras en un momento en que el grado de ajuste monetario que se necesitaría para lograr el mismo objetivo es incompatible con el doble mandato de pleno empleo y estabilidad de precios del propio instituto emisor.
LOS RIESGOS DE LA NUEVA LEY TRIBUTARIA
Por otro lado, Brainard ha indicado que las condiciones cíclicas se han fortalecido en EEUU, ya que el crecimiento de la economía se ha visto reforzado por el impulso sincronizado del exterior y las condiciones financieras favorables, al tiempo que ha destacado que el aumento del empleo continúa siendo "alentador".
Sin embargo, la gobernadora opina que es "muy probable" que los nuevos estímulos fiscales --con una reducción de los impuestos corporativos del 35% al 21% o un mayor gasto presupuestario-- refuercen las presiones cíclicas en un momento de crecimiento por encima de la tendencia.
"Hay pocos episodios históricos de estímulos fiscales procíclicos similares a los que recurrir a medida que evaluamos el alcance de los mismos. Pero en los pocos casos en que el uso de los recursos ha estado cerca de los niveles a los que pronto podremos llegar, se han incrementado los riesgos de inflación o de desequilibrios financieros", ha manifestado Brainard.