MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
El Banco de Inglaterra no esperará hasta que la tasa de inflación baje al objetivo de estabilidad del 2% para recortar los tipos de interés, según ha dejado claro este martes el gobernador de la institución, Andrew Bailey, quien ha restado importancia a la entrada en recesión del Reino Unido y ha dejado abierta la puerta a bajar los tipos este año.
"Obviamente no necesitamos que la inflación vuelva al objetivo antes de recortar las tasas de interés", ha afirmado Bailey durante una comparecencia ante el Comité del Tesoro del Parlamento del Reino Unido. "Debo ser muy claro al respecto: no es necesario", ha asegurado.
En su intervención, ha recordado que los pronósticos más recientes de la entidad sugieren que la inflación volverá al objetivo esta primavera, aunque no permanecerá ahí y se producirá un ligero repunte hacia finales de año.
"Nuestro objetivo es mantener la inflación en el objetivo, estamos mirando más allá de ese período temporal de caída (...) Queremos bajarla y mantenerla baja", ha subrayado, añadiendo que se aprecian señales alentadoras, incluyendo algunos signos de que la presión de la inflación de servicios se está aliviando y de que los salarios se están ajustando.
De este modo, cuestionado sobre las expectativas del mercado que anticipan un giro en la política monetaria británica este año, el gobernador ha apuntado que "no es descabellado que el mercado piense eso", aunque ha subrayado que no está prediciendo cuándo ni en cuánto podrían bajar las tasas.
En su reunión de febrero, el Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra decidió mantener el tipo de interés de referencia para sus operaciones en el 5,25%, el nivel más alto desde 2008 y sin cambios por cuarta reunión consecutiva.
No obstante, la decisión de mantener estable el precio del dinero volvió a mostrar la división en el seno del Comité, ya que contó con seis votos a favor, mientras que dos miembros votaron a favor de elevar la tasa un cuarto de punto, hasta el 5,50%, y otro de los participantes en la reunión propuso una rebaja de un cuarto de punto, hasta el 5%.
Con posterioridad al cónclave del banco central británico, la Oficina Nacional de Estadística (ONS) ha informado de que la tasa de inflación interanual de la segunda mayor economía europea se situó en enero en el 4%, en línea con la subida de los precios en diciembre de 2023 y sustancialmente por encima de la subida de los precios en otras de las mayores economías mundiales, después de que en la eurozona comenzase el año en el 2,8% y en Estados Unidos al 3,1%.
Asimismo, el producto interior bruto (PIB) del Reino Unido retrocedió en el último trimestre de 2023 un 0,3% respecto de los tres meses anteriores, cuando ya había caído un 0,1%, por lo que la economía británica entró en recesión técnica al despedir el año al acumular dos trimestres consecutivos de contracción.
En este sentido, Bailey ha querido restar importancia durante su intervención a esta circunstancia, afirmando que en el Banco de Inglaterra se piensa que "será una recesión muy pequeña", añadiendo que la economía ya está mostrando claros signos de recuperación, particularmente dada la fortaleza demostrada por el mercado laboral.
"Si nos fijamos en las recesiones que se remontan a la década de 1970, esta es, con diferencia, la más débil", ha defendido el gobernador del Banco de Inglaterra.