El excesivo endeudamiento mundial puede convertirse en un grave problema económico
La deuda global ha alcanzado un máximo histórico en 184 billones de dólares, el equivalente al 225% del PIB mundial, según los últimos datos actualizados por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En promedio, la deuda mundial es superior a 86.000 dólares por habitante, lo que supera en 2,5 veces el salario medio per cápita. El excesivo endeudamiento global es visto por algunos expertos como uno de los principales problemas económicos, sobre todo si la economía mundial entra en recesión y comienzan a surgir problemas con la enorme deuda contraída por algunos países.
También pueden surgir graves turbulencias con la deuda corporativa de baja calidad, debido a su deterioro más rápido en un entorno de bajo crecimiento. Por ejemplo, en EEUU, uno de los principales problemas del que han advertido los reguladores es la proliferación de préstamos apalancados en el sector empresarial.
El FMI destaca que “las economías más endeudadas del mundo son también las más ricas”. Los tres grandes prestamistas del mundo, EEUU, China y Japón, son también los que más deben, ya que representan más de la mitad de la deuda global, lo que supera su cuota de mercado en la producción mundial de bienes y servicios.
Las cifras del FMI muestran que la deuda del sector privado “se ha triplicado desde 1950” y sigue siendo el motor del crecimiento de la deuda global. En este sentido, uno de los cambios más significativos desde la crisis financiera de 2008 ha sido “el aumento de la deuda privada en los mercados emergentes, liderada por China, que ha superado a las economías avanzadas”.
En lo que respecta a la deuda pública global, que disminuyó de manera constante hasta mediados de la década de 1970, desde entonces ha avanzado, sobre todo en las economías avanzadas. Frente a 2009, la deuda mundial ha aumentado en 11 puntos porcentuales respecto al PIB.
La conclusión del FMI es que el “endurecimiento de las condiciones financieras en muchos países”, debido a las subidas de tipos de interés en EEUU y al final de los estímulos del BCE, junto a los altos niveles de deuda privada y pública tras varios años de dinero barato, es un riesgo a tener muy en cuenta a lo largo de 2019 y 2020.
EL AVISO DE JANET YELLEN
Hace tan sólo unas semanas, la ex presidenta de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Janet Yellen, mostró su temor a que se produzca otra gran crisis financiera porque, en su opinión, "hay enormes agujeros en el sistema".
Yellen destacó que "las herramientas disponibles actualmente para lidiar con nuevos problemas emergentes no son gran cosa en EEUU". Una de las áreas donde observó riesgos es en el mercado de préstamos apalancados estadounidense, que ha crecido de manera muy importante en la última década.
Los préstamos apalancados se conceden a empresas con historiales de crédito deficientes. Por tanto, tienen un mayor riesgo de impago y conllevan intereses más altos para esas compañías.
Los inversores temen que la enorme montaña de deuda corporativa en EEUU se desmorone si las empresas empiezan a tener problemas para refinanciar sus deudas. Sobre todo si las condiciones de los préstamos se endurecen debido al aumento de los intereses en EEUU. Y el primer eslabón de la cadena que puede quebrarse es el de estos préstamos de baja calidad.