Asedas cree que "España tiene capacidad para proveer al mercado" ante esta alta demanda
La guerra entre Rusia y Ucrania ha dado un vuelco a los mercados. La inestabilidad que impera en la renta variable no solo afecta a los grandes índices y a los precios de la energía, sino también a otros valores y materias primas de las que España tiene una gran dependencia exterior. Uno de estos casos es el del aceite de girasol, cuya falta de existencia en los supermercados derivada de la invasión rusa ha derivado no solo en un aumento de la demanda del aceite de oliva, sino también en el crecimiento de los títulos de compañías del sector.
En este sentido, Deoleo, compañía propietaria de Carbonell, Hojiblanca o Koipe, entre otras marcas, ha visto cómo sus títulos se han disparado un 23,68% en la sesión de este lunes, en claro contraste al retroceso del 2,56% con el que cerraron la pasada semana.
“Algunas empresas de distribución alimentaria están adoptando medidas de limitación de venta de aceite de girasol debido al comportamiento atípico del consumidor que se ha producido en las últimas horas”, explican desde Asedas (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados).
En el comunicado emitido el viernes, la asociación explica que “la demanda anómala afecta a un número muy limitado de productos relacionados con el aceite de girasol procedente de Ucrania” y subraya la existencia de “alternativas tanto de origen como de producto”.
“España es el primer productor mundial en varias de las familias de productos que componen las grasas vegetales y tiene suficiente capacidad para proveer al mercado de suficientes productos”, sentencian desde Asedas.