Proliferan las voces que avisan de que habrá sustos importantes en este ámbito
Los beneficios empresariales preocupan a los expertos de cara a 2023. La lluvia de previsiones de gestoras y firmas de análisis que se ha producido a lo largo de diciembre, hace referencia a la posibilidad de que éstos sufran más de lo previsto el próximo año, y advierte de que este hecho podría ser uno de los causantes de que las bolsas no lo hagan especialmente bien durante los próximos meses.
La gestora francesa Amundi ha hecho alusión a esta aspecto en la presentación de sus perspectivas que ha tenido lugar esta misma semana en Madrid. Bankinter, que también publicó previsiones el martes, se mantiene prudente pese a que los beneficios empresariales se han revisado sustancialmente a la baja anticipando la moderación de la demanda y el estrechamiento de los márgenes debido al impacto de la inflación.
"A futuro, el BPA (beneficio por acción) estimado para el S&P 500 avanzará aproximadamente un 7% interanual en 2023 y un 9,4% en 2024. Nuestras valoraciones mantienen un foco prudente y por eso ajustados a la baja (-2,0%) el crecimiento del BPA para 2023", indica.
Neil Wilson, director de análisis de Markets.com y Finalto, afirma que el mercado aún no ha valorado "la profundidad" de la caída de los beneficios.
"Los PER siguen siendo demasiado elevados y en 2023 estarán en juego los 3.200 (del S&P 500). Antes de que esto (el ajuste de beneficios empresariales) termine, podrían volver a verse los 2.600 puntos", advierte, al tiempo que señala tajante que queda aún una gran caída más -"la grande, mucho mayor que la que hemos visto en 2022"- debido a lo que está por llegar en relación con los beneficios de las compañías.
Álvaro Antón, Country Head de abrdn para Iberia, comparte la opinión de estos analistas y alerta de que las previsiones de beneficios a nivel de mercado para 2023 aún no reflejan adecuadamente la posible ralentización del crecimiento del PIB. Agrega que esto afecta particularmente a Reino Unido y Europa.
"En nuestra opinión, las expectativas de beneficios en esta región podrían caer más de un 10% el próximo año", anticipa.
Según Antón, aunque las expectativas de inflación pueden haber tocado fondo, el impacto total de ésta en los márgenes de las compañías no se experimentará hasta el año que viene. "Para muchas empresas, la inflación salarial es la incertidumbre más importante", explica.
Así, este experto concluye que muchas de las presiones de mercado de este año -precios de la energía por las nubes, crisis generalizada del coste de la vida, subidas de impuestos y tipos de interés al alza- aún no han ejercido todo su impacto.
"Lamentablemente, todavía lo seguiremos viendo el año que viene. Esperamos un crecimiento del PIB significativamente inferior en 2023 e, incluso ahora, las conversaciones con las compañías han pasado de estar dominadas por la preocupación por las condiciones de la cadena de suministro al impacto de una menor demanda", reconoce.