Los cuatro desafíos a los que se enfrentarán las bolsas en 2024, según Barclays

El entorno será igual o más "desafiante" que el de este año

Virginia Mora
Bolsamania | 19 nov, 2023 06:00 - Actualizado: 10:52
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Las bolsas han mostrado una sorprendente resistencia este año pese a los múltiples retos a los que se han enfrentado, y es que el ajetreado contexto macroeconómico, unido a la amenaza constante de recesión, han complicado la operativa en más de una ocasión. El "sólido desempeño" que han registrado no se ha logrado en línea recta, sino que ha sido fruto de una sucesión de retrocesos y fuertes repuntes. Y puede que el año que viene la situación sea, como poco, igual de movida.

Así lo creen los estrategas de Barclays, que afirman que de cara a 2024 la renta variable "se enfrenta a un entorno desafiante". En concreto, estos analistas identifican cuatro retos que marcarán el devenir de las bolsas en los próximos doce meses: un deterioro de las perspectivas de crecimiento, tipos de interés elevados, precios del petróleo más altos y una mayor incertidumbre geopolítica.

1. El crecimiento se desacelerará: tal y como explican, "si bien el crecimiento ha sido más resistente de lo esperado en 2023, se espera que se desacelere en los próximos meses". Y las implicaciones para los activos de riesgo en general "dependerán de la forma y gravedad de la desaceleración".

Aunque, remarcan desde Barclays, "resulta alentador que nuestros economistas no prevean una crisis grave, debido a la ausencia de desequilibrios importantes en el sistema en la actualidad".

2. Los tipos de interés se mantendrán 'altos durante más tiempo': los expertos del banco británico apuntan que a pesar de que la inflación "ha superado de manera convincente su máximo en la mayoría de las economías", todavía sigue estando por encima de las metas de los bancos centrales.

"Mientras esto siga siendo así, los bancos centrales se mostrarán reacios a flexibilizar su política monetaria, a menos que observemos un deterioro significativo de la economía o del sistema financiero", comentan al respecto. Además, apuntan, las preocupaciones sobre los crecientes déficits presupuestarios y la emisión de bonos asociada "aún podrían impulsar al alza los rendimientos a largo plazo".

Por lo tanto, "es probable que los tipos se mantengan elevados durante un período prolongado, lo que ejercerá presión sobre las valoraciones del mercado de valores", indican.

3. Precios del petróleo más altos: además, destacan que "si se mantiene, el importante aumento del precio del petróleo observado en los últimos meses plantea una amenaza adicional al crecimiento mundial y podría descarrilar la senda desinflacionaria".

Desde Barclays recuerdan que los precios del petróleo aumentaron inicialmente cerca de un 35% entre mediados de junio y finales de septiembre, tras los recortes de producción por parte de Arabia Saudita y Rusia, antes de recortar algunas de esas ganancias ante las expectativas de una disminución en la demanda global. "Sin embargo, tras el aumento de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio, el precio del petróleo ha comenzado a subir nuevamente".

"La historia muestra que los aumentos bruscos y sostenidos del precio del petróleo a menudo han dado lugar a importantes ventas masivas en los mercados de valores, especialmente cuando están impulsados por factores de oferta", recuerdan los analistas del banco británico.

4. Riesgos geopolíticos: y muy relacionado con lo anterior están los riesgos geopolíticos, cada vez más importantes para los inversores. "Si bien es imposible predecir cómo evolucionarán los conflictos en Oriente Medio y Ucrania, sí aumentan el nivel de incertidumbre y la prima de riesgo de las acciones (es decir, el exceso de rentabilidad que los inversores en acciones esperarían recibir, en comparación con una tasa libre de riesgo)".

Como indican, a pesar del reciente retroceso, los mercados bursátiles en general "parecen haber ido por delante de los fundamentos macroeconómicos, con valoraciones que parecen exageradas dado el débil contexto macroeconómico", por lo que "es probable que las ganancias decepcionen las expectativas demasiado optimistas".

No obstante, a medio y largo plazo la renta variable "aún ofrece perspectivas de rentabilidad atractivas". Y es que los precios de las acciones globales "parecen estar descontando una mejora significativa en la actividad económica" y también "un crecimiento de dos dígitos en las ganancias mundiales durante los próximos seis meses".

¿Y esto qué significa para el posicionamiento de los inversores? Pues que deben seguir tres máximas: primero, mantener la inversión, ya que eso "sigue siendo preferible" que desperdiciar las oportunidades que ofrece el mercado, aunque teniendo en cuenta que ante los riesgos del entorno actual las estrategias de opciones "pueden ser particularmente útiles"; segundo, diversificar, porque la diversificación entre clases de activos "es más importante que nunca", centrándose especialmente en los alternativos (mercados privados y fondos de cobertura) porque pueden generar fuertes rendimientos; y tercero, posicionarse de forma defensiva pero equilibrada, "al menos en el corto plazo".

SECTORES QUE NO HAY QUE PERDER DE VISTA

Desde Barclays apuntan también que dado que se espera que el crecimiento mundial se desacelere y que los rendimientos se normalicen en el transcurso del próximo año, algunos sectores "parecen mejor posicionados que otros". Se refieren a los defensivos y a los sustitutos de los bonos.

"Los sectores de servicios públicos, bienes de consumo básico, telecomunicaciones y atención sanitaria se sitúan como los que tienen una correlación más negativa con los rendimientos a nivel mundial. En otras palabras, tienden a superar al mercado a medida que los rendimientos disminuyen", explican los estrategas del banco, que remarcan que estos sectores "también se encuentran entre los más defensivos, ya que generalmente superan al mercado en períodos de actividad económica más débil".

En relación a esto, comentan que "teniendo en cuenta las valoraciones", de esos cuatro sectores prefieren los servicios públicos y los bienes de consumo básico, "cuyas calificaciones se han reducido sustancialmente en los últimos meses, a medida que los tipos de interés han aumentado". Además, sus expectativas de ganancias para 2024 "también parecen más conservadoras y menos propensas a la decepción".

Y dentro de los sectores más cíclicos, en Barclays siguen siendo positivos respecto del sector energético mundial, a pesar de su rendimiento superior del 14% desde mediados de julio. "El sector todavía está rezagado en su relación con las ganancias y está bien posicionado para beneficiarse del aumento de los precios del petróleo", apuntan. Sin olvidar que "sigue pareciendo barato" y que "representa una cobertura atractiva contra un shock petrolero, la inflación en general y el riesgo geopolítico".

A nivel regional, mantienen su atención sobre las acciones de Reino Unido, porque "siguen siendo atractivas". "Favorecemos los mercados más defensivos, que cotizan con un descuento respecto a la historia. Sobre esta base, nos siguen gustando las acciones británicas de gran capitalización, que tienen un sesgo defensivo y están sobreponderadas en bienes de consumo básico y servicios públicos, entre otros, y tienden a superar a las acciones globales en un mercado a la baja", apuntan.

Las acciones del Reino Unido cotizan actualmente a 10,4 veces los beneficios futuros, un descuento del 26% con respecto a su media de 10 años, y ofrecen una de las rentabilidades por dividendo más altas entre los principales mercados (4,5% de rentabilidad por dividendo anticipado).

"Otros mercados, como la Eurozona y China, también muestran precios baratos. Sin embargo, son más cíclicos y parecen más vulnerables a una desaceleración del crecimiento. En nuestra opinión, a falta de un catalizador, es poco probable que recalifiquen sus títulos", remarcan.

Su conclusión es que es probable que 2024 sea "otro año desafiante para los inversores en acciones", porque "si bien el panorama a largo plazo sigue siendo brillante, las perspectivas a corto plazo se ven empañadas por una elevada incertidumbre y valoraciones exigentes".

"Es mucho más probable que las oportunidades se materialicen a nivel de sector y de acciones que a nivel de índice. Para navegar mejor en este contexto incierto, los inversores deberán ser creativos y al mismo tiempo permanecer centrados en sus objetivos a largo plazo", concluyen.

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