Cinco motivos que explican las últimas caídas en las principales bolsas mundiales

El Ibex 35 ha perdido el soporte clave de los 10.000 puntos debido a estos descensos

Nieves Amigo
Bolsamania | 18 ene, 2024 06:00 - Actualizado: 14:18
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Caídas en Europa, caídas en Estados Unidos, caídas en Asia... Las bolsas están encadenando varias jornadas de descensos que están generando alarma entre los inversores porque hacía tiempo que no se veían y porque parece que el mercado se había desacostumbrado a recortes pronunciados sucesivos. Hemos visto retrocesos en el Viejo Continente, que han llevado al Ibex a perder el importante soporte de los 10.000 puntos, en Wall Street y también en Asia, con declives especialmente acusados en los índices chinos.

Cabe preguntarse cuáles son los motivos de estos números rojos. Haberlos, los hay, y pasamos a desgranarlos a continuación:

1. Las declaraciones 'hawkish' de miembros del Banco Central Europeo (BCE). Es seguramente la principal razón que está penalizando a las bolsas europeas. En las últimas jornadas, y en el marco del Foro de Davos, han hablado varios miembros del Banco Central Europeo, que han 'levando la liebre' sobre las bajadas de tipos, extendiendo la idea de que, tal vez, no habrá las rebajas de tipos que el mercado espera este año y que, de haberlas, llegarán más tarde de lo previsto.

El presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, dijo este lunes que los mercados son demasiado optimistas sobre la perspectiva de recortes de tipos, y que podría llegarse a verano antes de que se discuta el tema.

También habló ese día otro 'halcón', el miembro austriaco del BCE, Robert Holzmann, quien fue menos cauteloso al argumentar que los mercados no deberían contar en absoluto con recortes de tasas en 2024.

El economista jefe del BCE, Philip Lane, concedió por su parte una entrevista este pasado fin de semana en la que advirtió de lo negativo que sería recortar los tipos demasiado rápido.

Estas declaraciones 'contrastan' con las de Christine Lagarde, que este miércoles dijo que ve "probable" que el BCE baje tipos "en verano", un escenario barajado por el consenso. Eso sí, matizó que tiene que ser "reservada" porque todo dependerá de los datos. "Algunos indicadores no están anclados en el nivel que nos gustaría verlos".

El IPC final de la eurozona de diciembre ha subido al 2,9% (el objetivo del BCE está en el 2%), mientras que la tasa subyacente ha caído al 3,4%, tal y como se conoció ayer.

"En los últimos días, los banqueros centrales han redoblado sus esfuerzos para mostrar resistencia a los recortes de tasas tempranos y parece que el mensaje está calando, con los mercados de acciones retrocediendo desde sus máximos recientes, mientras vemos números de inflación que se desaceleran, pero no lo suficientemente rápido", opina Michael Hewson, director de análisis de CMC Markets en Londres.

Al otro lado del Atlántico, el gobernador de la Reserva Federal (Fed), Christopher Waller, ha rechazado también esta semana las expectativas del mercado de seis recortes de tipos este año.

"Sus comentarios de que los recortes de tasas deben hacerse de manera metódica y cuidadosa, y de forma calibrada, apuntan a un banco central que no tiene prisa y que piensa que los recortes rápidos no son necesarios. Este enfoque tiende a descartar la idea de un recorte en marzo y sugiere que el banco central dependerá en gran medida de los datos", escribe Hewson.

2. Los datos que sorprenden negativamente. Como el IPC de diciembre que publicó ayer Reino Unido, con un alza al 4% frente a la previsión del 3,8% y al dato previo del 3,9%. Este tipo de referencias no tranquilizan en absoluto a un mercado que, como bien dice Lagarde, va tomando sus decisiones 'dato a dato'.

"Las cifras de inflación de (ayer) en Reino Unido sirven para reforzar el desafío que enfrenta el Banco de Inglaterra al intentar devolver la inflación a su objetivo, y muestran que el proceso es poco probable que sea lineal", comenta Michael Hewson.

3. Más datos malos... pero desde China. China está siempre en la mira y China parece que no para de decepcionar. No crece como se esperaba, no se está recuperando como se preveía de la pandemia... y eso pesa en todo el mundo.

Este miércoles decepcionó con su PIB. Aunque la economía china creció por encima de lo previsto en 2023 (la estimación era del 5% y avanzó un 5,2%), en el cuarto trimestre creció un 5,2% frente al 5,3% esperado.

"El impulso de crecimiento de la economía china se desaceleró en el cuarto trimestre de 2023. Esperamos que el crecimiento anual se ralentice al 4,4% en 2024 a medida que desaparezcan los efectos de la reapertura, el sector inmobiliario siga siendo un lastre y las políticas gubernamentales se centren en contener los riesgos a la baja en lugar de proporcionar un impulso importante al crecimiento", anticipa Sophie Altermatt, economista de Julius Baer.

4. China también preocupa... por el triunfo de Trump y Taiwán. El triunfo aplastante de Donald Trump en los caucus de Iowa, lo que le da una considerable ventaja en la carrera para elegir al candidato republicano a las elecciones presidenciales del 5 de noviembre, tiene una derivada en forma de preocupación por el posible resurgir de la guerra comercial entre EEUU y China si, al final, Donald Trump vuelve a convertirse en presidente de EEUU.

En la memoria de todos está la tensa relación que existía entre las dos superpotencias durante la era Trump, que ocupaba todas las portadas hasta que estalló la pandemia de Covid-19 y el foco de atención se trasladó hacia la situación sanitaria.

Los expertos también se refieren al resultado de las elecciones de Taiwán de este pasado sábado, con el triunfo del Partido Progresista Democrático (DPP), que ya estaba en el poder, y que puede traer consigo un repunte de la rivalidad entre China y EEUU.

"Aunque el presidente electo Lai no ha defendido explícitamente la independencia formal de Taiwán desde 2017, en Pekín se le veía antes de las elecciones aún más reacio a hacer concesiones a la República Popular. El temor entre los observadores es que China emprenda acciones económicas contra Taiwán, evitando una intervención militar directa que probablemente desencadenaría un enfrentamiento con EEUU, pero recurriendo a un bloqueo naval. La respuesta de Estados Unidos sería probablemente la imposición de sanciones comerciales y financieras a los productos chinos", escribe Gilles Moëc, economista jefe en AXA Investment Managers.

5. La situación en el Mar Rojo. Como tal, la tensión que se está viviendo en el Mar Rojo, con los ataques de los rebeldes hutíes a los cargueros, no puede decirse que, por ahora, esté teniendo un impacto económico llamativo. Incluso los precios de la energía están aguantando pese a la escalada del conflicto. Sin embargo, es una preocupación latente de consecuencias imprevisibles si va a más.

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