Las bolsas 'salvan los muebles' y Wall Street y el Dax se comen al resto en el año del Covid

El Ibex acaba 2020 a la cola de Europa, con una caída de más del 15%

Nieves Amigo
Bolsamania | 01 ene, 2021 06:00
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Mercados.

"China, el riesgo permanente del mercado: de la guerra comercial al coronavirus". Cuando en enero de este nefasto año Bolsamanía publicaba este artículo, el Covid-19 aún no se había extendido por el mundo y se comparaba la pandemia con el virus del SARS (síndrome respiratorio agudo severo) que mató a 800 personas entre 2002 y 2003. Pocas semanas después, la propagación del coronavirus era imparable y, a día de hoy, ya hay 1,7 millones de fallecidos por esta causa.

Las bolsas han sido testigos de esta crisis brutal y la han reflejado de forma fiel. Desde las caídas históricas de marzo hasta el rebote -también histórico- de noviembre gracias a las vacunas, pasando por ese intento de mejora en verano. El que las vacunas se hayan convertido en una realidad antes de 2021 ha sido clave para evitar un nuevo latigazo a la baja en los índices este otoño-invierno, cuando finalmente se ha producido un rebrote más fuerte de lo esperado y que está provocando de nuevo el cierre de muchas economías.

La guerra está lejos de ganarse, pero ya queda menos. Sobre todo, hay una gran voluntad de acabar con el 'bicho', y ese sentimiento también se refleja en la renta variable. Al final, y con ese optimismo de fondo, los saldos anuales de los índices son incluso buenos y, vistos fuera de contexto, no reflejan el tremendo calvario vivido.

Los saldos anuales de los índices son incluso buenos y no reflejan el tremendo calvario vivido

Estados Unidos se ha comido claramente a Europa y finaliza 2020 con subidas contundentes. El Nasdaq 100 se revaloriza nada menos que un 47% en el año, seguido de alzas del 15% en el S&P y de un avance del 6% en el Dow Jones. En el Viejo Continente, el Dax acaba en positivo (+3,5%), mientras que el EuroStoxx 50 cae un 5%, el Ftse MIB italiano, un 5,4%, el Cac, un 6,7%, y el Ftse 100, un 14%. Una vez más, el Ibex se sitúa a la cola, con descensos del 15,45%.

En general se puede decir que las bolsas han 'salvado los muebles' tras el desplome de marzo, aunque con diferencias. El Ibex llegó a descender, desde los máximos de febrero hasta los mínimos de marzo, un 40%. Desde entonces, ha rebotado un 40%. El Dax ha marcado en la última semana de diciembre máximos históricos. Ha recuperado todo lo que cayó y ya está por encima. Desde los mínimos de marzo sube un 67%. El EuroStoxx rebota desde los mínimos de marzo un 60%. En Estados Unidos, el Nasdaq se revaloriza desde esos niveles un 86% y el S&P, un 70%.

"Cuando parecía que era el fin del mundo es cuando los inversores con 'nervios de acero' han comprado. Cuando hay muchísimo miedo, al final se demuestra que, en términos de medio plazo, es cuando se producen opciones claras de compra", explica José María Rodríguez, analista de Bolsamanía, que insiste en su preferencia por el Dax y Wall Street. "Si queremos ganar dinero y dormir tranquilos, hay que irse a esos mercados", afirma rotundo.

DEL CRASH AL RESARCIMIENTO

Del crash de las bolsas de principios de año (el Ibex registró el 12 de marzo la mayor caída de su historia en un día, con un derrumbe del 14,06%), al rally de noviembre (el índice español subió un 26% en el mes), han ocurrido muchas cosas en este 2020. Importantísima ha sido la reacción de los bancos centrales y de los Gobiernos de los distintos países para amortiguar los efectos de la pandemia todo lo posible.

La Reserva Federal (Fed) de Jerome Powell ha sido la abanderada, lanzando el mayor plan de estímulos económicos de la historia. El banco central más poderoso del mundo bajó los tipos de interés desde el 1% hasta el 0% y lanzó un plan de compra de activos, que mantiene actualmente de manera indefinida, por valor de 120.000 millones de dólares al mes. Además, estableció medidas para garantizar la liquidez del sistema financiero y del sector empresarial. Por otra parte, cambió su objetivo de inflación y señaló que permitirá una inflación por encima del 2% para favorecer la recuperación y la creación de empleo.

Las bolsas han amortiguado el impacto del rebrote del virus en otoño gracias a las vacunas

El Banco Central Europeo (BCE) añadió en su última reunión de diciembre un complemento de 500.000 millones de euros para el programa de compras de emergencia pandémica (PEPP), que ha elevado a un total de 1,85 billones de euros y ampliado hasta, al menos, marzo de 2022. Esta última acción pone la guinda a unos estímulos pantagruélicos que el banco central ha ido inyectando en una economía vapuleada por la pandemia, que también incluyen liquidez sin frenos para la banca con el fin de garantizar las condiciones de financiación favorables a través de los programas de refinanciación (TLTRO-III).

Los Gobiernos de todo el mundo han tomado igualmente medidas sin precedentes. Desde el 'Fondo Covid-19' de 16.000 millones de euros puesto en marcha por España a comienzos de la crisis, hasta el Fondo de Recuperación Europeo de 1,8 billones de euros en ayudas para los próximos años acordado por la Unión Europea (UE) recientemente.

Sin todas estas medidas, la economía hubiera sufrido mucho más de lo que ya lo ha hecho. El segundo trimestre del año fue nefasto. España entró en recesión tras un histórico desplome del PIB del 18,5%. En el tercer trimestre, los PIB han rebotado (el de EEUU creció un 33,1%, la mayor subida de su historia), y ahora se espera que el cuarto trimestre refleje el impacto del rebrote de otoño. Tanto nuestro país como Italia han sufrido especialmente, afectados por su dependencia al sector servicios, con hundimientos en referencias como los PMI que les llevaron a protagonizar titulares conjuntos. A medida que ha ido avanzando el año, sin embargo, Italia, que comenzó muy vapuleada por el virus, se ha ido recuperando mejor que España. Esto queda patente también si se compara el saldo anual de ambos índices.

El verano arrancó con esa comparecencia de finales de mayo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, animando a los turnistas nacionales y extranjeros a planificar "ya" sus vacaciones en España, unas declaraciones que sirvieron para que los valores del sector turístico, en particular, y el Ibex, en su conjunto, rebotaran. Había un deseo de salir de la crisis y hubo un intento claro de ello... pero las cosas se fueron torciendo según avanzada el periodo estival.

Se esperaba desde el primer momento un rebrote del virus con la bajada de las temperaturas, pero menor al que finalmente se ha producido. Otoño ha traído nuevos cierres en Francia, Alemania, Reino Unido... Cierres contundentes, 'aderezados' por nuevas cepas del Covid, que se notarán en lo económico pero que las bolsas han amortiguado porque desde finales de octubre las vacunas cambiaron el escenario de forma radical.

Pfizer y BioNTech anunciaron a principios de noviembre que su vacuna tenía un 90% de eficacia, porcentaje que luego elevaron al 95%. Moderna dijo que la eficacia de la suya es del 94%, y AstraZeneca, del 70%. Reino Unido aprobó poco después la vacuna de Pfizer, algo que posteriormente hicieron EEUU y la Unión Europea. Esta última semana del año, Inglaterra también ha sido la primera en autorizar la vacuna de AstraZeneca. La población ya se está vacunando y hay esperanzas de que el verano que viene las cosas hayan vuelto a la normalidad. Con este telón de fondo, y después de ver el aguante que al final han demostrado las bolsas en 2020, es lógico que los analistas se muestren considerablemente optimistas respecto al comportamiento de la renta variable para el año que viene.

ESAS OTRAS COSAS

El Covid-19 ha sido lo más importante, pero no lo único de este 2020. El año comenzó con tres asuntos marcados en la agenda de los inversores: la guerra comercial entre EEUU y China, las elecciones de Estados Unidos y el Brexit. La guerra comercial (esas famosas primera fase y segunda fase) quedó completamente 'paralizada' con el surgimiento del virus. En cuanto a los otros dos temas, lo que ha ocurrido finalmente ha estado muy condicionado por la pandemia.

En el arranque de 2020 se esperaba que Donald Trump ganara las presidenciales. De hecho, se decía que éste iba a intentar por todos los medios que el año fuera tranquilo, sin sorpresas, marcando muy bien los tiempos de la guerra comercial para garantizarse así el triunfo. Sin embargo, su gestión de la pandemia le ha pasado factura y, aunque al final Joe Biden no se ha impuesto por la abrumadora ventaja que algunos esperaban, el magnate ya enfila la salida, por mucho que siga sin reconocer el triunfo de su oponente.

En cuanto al Brexit, ha vuelto a ser un año -como 2019- de plazos que se han ido saltando para llegar, al final de 2020, a más plazos y días decisivos que no lo fueron tanto, y para acabar con un acuerdo que era imprescindible en este contexto de pandemia global. El mundo no hubiera entendido que Reino Unido y la UE no hubieran sido capaces de llegar a un pacto, sumando una preocupación más a las muchas que ya hay actualmente.

Con todo, los inversores -y los no inversores- han vertido todas sus esperanzas en el nuevo año. Ahora sólo falta que no haya más sorpresas desagradables.

¡Feliz 2021!

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