El único revulsivo destacable en el horizonte es la aprobación del plan de 1,9 billones en EEUU
Más que un merecido descanso tras las subidas, da la impresión de que en las bolsas se está acabando la gasolina. No hay 'punch' y es evidente que hace falta un revulsivo para volver a reactivar los índices. De momento, escasas novedades en el horizonte aparte de esa esperadísima aprobación del plan de estímulo de 1,9 billones en Estados Unidos. Más allá de esto, muy poca cosa.
"El mercado necesita nuevos catalizadores para rebotar en un contexto de retrasos en los ritmos de vacunación en Europa", reconocen desde Bankinter. "La única noticia que podría impulsar a los índices sería el avance en las negociaciones para el nuevo paquete de ayudas fiscales en EEUU. Por tanto, salvo excepción positiva, viviremos un respiro saludable. Bueno para volver a tomar impulso", indican estos analistas, que mantienen su visión optimista sobre la evolución de las bolsas.
El mercado se ha acostumbrado a las emociones fuertes y quiere más
El S&P sube un 4% en el año, el Nasdaq-100, un 6%, y el EuroStoxx, un 2,9%, por lo que tiene sentido pensar que esto es un descanso merecido. Eso sí, hace falta 'algo' para salir del letargo.
"Los inversores están esperando el próximo catalizador que impulse las acciones al alza", reconoce Milan Cutkovic, analista de AxiCorp, quien cree que éstos se centrarán en el plan de estímulo estadounidense y en la evolución de la vacunación a nivel mundial en la búsqueda de esos revulsivos.
"Aunque han aceptado que las negociaciones en torno al plan de alivio del coronavirus de 1,9 billones de dólares podrían durar un par de semanas, su paciencia podría agotarse pronto ante la falta de otros catalizadores importantes", avisa Cutkovic.
A lo largo de estos casi dos meses de 2021 han ocurrido 'cosas' muy relevantes y llamativas y da la impresión que el mercado se ha acostumbrado a las emociones fuertes y quiere más. En enero, los inversores asistieron a ese ataque el Capitolio, algo insólito y nunca visto, y a la creciente inestabilidad política en Estados Unidos. Luego Joe Biden tomó por fin posesión de su cargo como presidente de Estados Unidos y eso tranquilizó en cierta medida los ánimos.
Sin embargo, a finales de mes empezó esa guerra entre la Unión Europea y los fabricantes de vacunas, focalizada en AstraZeneca, que dio lugar también a cosas nunca vistas antes, como ese enfrentamiento encarnizados entre ambas partes y esa actitud, muy alejada de su diplomacia habitual, de la UE.
En febrero los mercados han asistido al 'fenómeno GameStop', con esa actuación concertada de los foreros de Reddit que ha hecho tambalear los cimientos de los mercados tal y como los conocemos. Por si esto fuera poco, Elon Musk, consejero delegado de Tesla, ha aportado su granito de arena a la revolución, provocando esas subidas hasta niveles históricos en el bitcoin.
Ahora todo esto se ha tranquilizado de manera considerable y, aunque los resultados empresariales son positivos, algunos datos macro están mejorando (como el último informe de empleo en EEUU) y está ahí esa posibilidad de aprobación del plan de estímulo al otro lado del Atlántico, parece que los mercados quieren más 'madera', al estilo de todo lo que se ha estado viviendo estas semanas desde que comenzó 2021.
No descarten que China vuelva otra vez a ser el centro de atención de los inversores con la excusa del comienzo del Año Nuevo Lunar y en medio de las previsiones muy optimistas de los expertos para el gigante asiático. Se ha recuperado mucho más rápido que el resto de la pandemia y las perspectivas son muy alentadoras.
Pero, además, Joe Biden ha llamado por teléfono finalmente a Xi Jinping, presidente chino. Según el comunicado de la Casa Blanca, el tono de la conversación no fue muy afable, con Biden planteando sus "preocupaciones fundamentales" sobre las "prácticas económicas coercitivas e injustas, la represión en Hong Kong, los abusos de los derechos humanos en Xinjiang y las acciones cada vez más asertivas de Pekín en la región, incluso hacia Taiwán".
Atención a esto porque ahí está esa posibilidad de que la guerra comercial EEUU-China recobre protagonismo.