A pesar de la crisis bancaria, el organismo no se plantea una pausa en la subida de tipos
El Banco Central Europeo (BCE) sigue adelante con su 'hoja de ruta' y ha decidido poner su atención en la inflación a pesar de los problemas del sector bancario. Los analistas creen que, con este movimiento, quiere mostrar su confianza en la estabilidad financiera y transmitir tranquilidad sobre la solvencia de las entidades del Viejo Continente. "El BCE se ha mantenido firme, pero Christine Lagarde debe haber apretado el gatillo con los dedos cruzados", ha valorado Samuel Fuller, director de Financial Markets Online.
Precisamente, la presidenta del organismo ha indicado que el banco central tiene las herramientas necesarias para solventar los problemas de la banca si fuera necesario, pero que lo principal es la inflación.
"El BCE decidió mantener el rumbo en su reunión de marzo, procediendo a la subida preanunciada de 50 puntos básicos. Con ello, quiere mostrar claramente su confianza en su capacidad para hacer frente a los problemas de estabilidad financiera con los instrumentos adecuados, sin apartar la vista del objetivo de estabilidad de precios", ha destacado Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International.
Firme en su intención de devolver la inflación al objetivo del 2%, la institución monetaria seguirá adelante con las subidas de tipos, aunque ha abandonado la orientación futura y ha subrayado la importancia de la dependencia de los datos, señalando su disposición a "responder según sea necesario".
"La conclusión aquí es que el Consejo de Gobierno sigue muy preocupado por la inflación: la primera oración del comunicado es 'Se prevé que la inflación permanezca demasiado alta durante demasiado tiempo'. Esto no suena como un BCE que quiere dejar de subir las tasas todavía, pero la declaración refleja bastante la mayor incertidumbre en el futuro", han indicado desde TD Securities.
Para los expertos de Pantheon Macroeconomics, "el BCE se apegó al plan, pero ahora está atento a los mercados financieros a la luz del reciente salto en la volatilidad del mercado debido al estrés en el sector bancario mundial. Esto significa que está menos comprometido con nuevas subidas de tipos en el segundo trimestre, en comparación con su declaración de febrero".
Sin embargo, desde la firma británica también han resaltado que "si el banco central sigue analizando la inflación, y creemos que lo hace, los datos de inflación subyacente a corto plazo deberían provocar nuevas subidas de tipos en el segundo trimestre, de 50 a 75 pb, a menos que el pánico del mercado se afiance".
Pero, ¿por qué ante un momento tan delicado como el que atraviesa el sector bancario, el BCE se ha mantenido firme en su plan? Neil Wilsom, analista jefe de mercado de Markets.com, lo ha achacado a la inflación subyacente, que "siguió aumentando en febrero y los expertos del BCE esperan que promedie un 4,6% en 2023, por encima de lo previsto en las proyecciones de diciembre".
Una opinión compartida con Daniele Antonucci, economista jefe y macroestratega de Quintet Private Bank, que ha valorado que "debido a que la inflación subyacente ni siquiera ha alcanzado su punto máximo, seguirán aumentos de tasas adicionales. Sin embargo, la magnitud de estos posibles aumentos de tasas aún está por verse y, sospechamos, el banco central puede tener dificultades para cumplir en un escenario de alta volatilidad del mercado".
Los analistas también han coincidido en que el BCE "se la ha jugado" en un momento muy complicado, pero ha priorizado su lucha contra la inflación. Una medida que debería dar seguridad a los inversores, "para los que unos precios descontrolados es el peor enemigo, pero el dinero es miedoso y, dice el refrán que en tiempos de tribulación es mejor no hacer mudanzas", ha afirmado Tomás Gómez, docente del Grado en ADE de VIU – Universidad Internacional de Valencia.
"Lo que ha dejado claro Lagarde es que entre sus dos principales misiones, controlar la inflación y mantener la estabilidad del sistema financiero, la segunda está subordinada a conseguir los objetivos en la primera", ha reiterado el profesor.
Del mismo modo, desde Ebury han considerado que la decisión adoptada por el BCE en su reunión ha sido "acertada, ya que la elevada inflación subyacente y la solidez de la economía de la zona del euro no sólo justifican un endurecimiento suplementario de la política monetaria, sino que, además, el aumento de los tipos de interés envía una clara señal de confianza en la solidez del sector bancario europeo".
A su juicio, una subida de 25 puntos básicos podría haber suscitado dudas sobre la credibilidad del BCE, habida cuenta de las recientes orientaciones del banco.
La decisión del BCE de subir los tipos en 50 pb responde a la necesidad de enviar al mercado un mensaje de tranquilidad y confianza en el sector bancario europeo. Sin obviar los acontecimientos en los mercados financieros, los que, según Lagarde, están teniendo "muy en cuenta", desde el organismo han insistido en que están siempre preparados y tienen las herramientas adecuadas para hacer frente a la inestabilidad.
"Su enfoque podría verse como un voto de confianza en el sector bancario europeo. Si hubiera cambiado de rumbo, algunos inversores podrían haberlo tomado como una señal de que los banqueros centrales estaban seriamente preocupados por la situación actual", ha considerado Danni Hewson, jefe de análisis financiero de AJ Bell.
Para Samuel Fuller, director de Financial Markets Online, "si bien quedan interrogantes sobre la posibilidad de un mayor contagio del sector bancario tras el colapso del Silicon Valley Bank de Estados Unidos, la rápida acción de Suiza para apuntalar el tambaleante Credit Suisse parece haber calmado los nervios lo suficiente como para que el BCE siga adelante con su plan de ajuste monetario".
"El BCE ha demostrado que no le preocupan los 'credit default swaps' actuales en la UE y van a seguir con su política monetaria como si no hubiera pasado nada. El hecho de que el BCE haya aumentado la tasa en 50 puntos básicos hace probable que la Fed haga lo mismo también", ha considerado Naeem Aslam, jefe de inversiones de Zaye Capital Markets.
Esta 'aparente' falta de preocupación por la volatilidad en el sector bancario ha llevado a los expertos de Nextep Finance a creer que "o bien deliberadamente quieren quitarle hierro al asunto para demostrar fortaleza, o realmente no le dan mucha importancia porque consideran que el sector bancario europeo está fuerte y vacunado ante lo que está ocurriendo en EEUU".
Ahora los analistas se preguntan si el BCE ha sentado las bases para la Reserva Federal (Fed), que celebrará su cónclave monetario los días 21 y 22 de marzo. Actualmente, los mercados están descontando un 79% de posibilidades de que la Fed suba los tipos en 25 puntos básicos.
"Existe presión para reducir las tasas lo antes posible, pero la tarea por ahora es estabilizar las cosas para permitir un mayor ajuste en un intento por reducir la inflación primero", han concluido desde IG.