Los expertos del banco no esperan los primeros recortes hasta el tercer trimestre
Bankinter ha presentado este lunes su informe de estrategia de cara a 2024, y sus expertos tienen clara una cosa: al rally de Navidad que están experimentando las bolsas en la recta final de 2023 le seguirá un arranque de año bueno y después una fase de "consolidación", con los mercados moviéndose a ritmo "lento" y con un posible "reajuste" debido a que los inversores descuentan ya bajadas de tipos que, en su opinión, tardarán en llegar porque habrá algún que otro repunte de la inflación, lo que afectará a la operativa. Sin embargo, eso no cambia su estrategia. "Los ajustes generan oportunidades", recuerdan. Tanto que esperan subidas del 12,1% en el Ibex el próximo año.
Los analistas del banco ven cierta "ansiedad" respecto a las futuras bajadas de tipos. El mercado ya descuenta que se produzcan en la primera mitad de 2024 debido al retroceso actual de la inflación, pero como dicen, "si esas expectativas tardan en materializarse, el optimismo puede desembocar en frustración" que podría afectar a la operativa en el arranque del nuevo año.
"Las bajadas de tipos tardarán más de lo que se cree y serán menos profundas de lo que se descuenta", comentan los estrategas de Bankinter, que afirman que en cualquier caso "el siguiente movimiento será a la baja". "Parece existir un consenso razonablemente confiado -que también nosotros firmemente suscribimos- en que ya no subirán más", dicen. Opinan que "la cuestión no es tanto si tendrá lugar, sino cuándo", y destacan que esa será la clave que marcará el devenir de las bolsas.
Bajo su punto de vista, el primer recorte de tipos no llegará hasta el tercer trimestre del año, aunque destacan que "cuanto antes concreten los bancos centrales tiempos y dimensión de los futuros recortes, mejor". En cualquier caso, añaden, las bolsas y bonos, que quizá "hayan corrido demasiado, incurriendo en una cierta precipitación" al esperar las primeras bajadas de tipos ya en el mes de mayo, sufrirán un "reajuste" que podría traducirse "bien en una fase de simple estancamiento y consolidación de niveles, o bien en una toma de beneficios no profunda para reajustar niveles y multiplicadores".
"Pero nada más grave, aparte de la erraticidad que inevitablemente acompañaría mientras durase dicho reajuste", afirman desde Bankinter. Es decir, que los inversores no deben temer a las caídas que puedan producirse, porque la visión sobre las bolsas sigue siendo positiva para 2024. Solo habrá que buscar las "oportunidades" que se generan en escenarios como este "siempre que el ciclo económico y de mercados sea expansivo, como continuamos convencidos que efectivamente es".
Desde Bankinter explican que, de todas formas, "no habrá que esperar a que se materialice la primera bajada de tipos para que el mercado (bolsas y bonos) continúe avanzando, pero sí a que haya un reconocimiento tácito de los bancos centrales con respecto al momento de la implementación de esa primera bajada". Y eso, dicen, es lo que podría tardar en llegar.
Pese a ese contexto, esperan para 2024 importantes potenciales de revalorización en las bolsas mundiales. Así, al 12,1% que auguran para el Ibex 35, al que ven en 11.317 puntos para finales del próximo año, se une el 13,6% de subida que pronostican para el S&P 500 (5.361 puntos cuando acabe 2024) y el 14,5% para el Eurostoxx 50 (5.211 puntos). Las bolsas, destacan, seguirán encontrando soporte, pero también la deuda.
"Continuamos en un contexto simultáneamente favorable a bolsas y bonos, iniciado en 2023 y por primera vez así, para ambas clases de activos, desde hace más de 10 años. Y esto se debe no sólo a las esperadas bajadas de tipos, sino también (y de forma más fiable) a la expansión de los resultados empresariales", señalan.
Tras eso, comentan que "el resultado final no será malo porque las valoraciones de las bolsas están bien soportadas en la recuperación de los resultados corporativos tras un 2023 casi plano, un sólido empleo, un crecimiento (PIB) suficiente, aunque no generoso y unos tipos de interés a la baja, independientemente de cuál sea el 'timing' para su materialización".
LAS ELECCIONES DE EEUU
Aunque también reconocen que, pese a sus buenas perspectivas para el próximo año, 2024 "no será fácil de gestionar". ¿Por qué? Pues, principalmente, por las elecciones presidenciales de EEUU. De hecho, en Bankinter aseguran que 2024 "debería ser razonablemente bueno para bolsas... al menos hasta que las elecciones americanas del 5 de noviembre empiecen a añadir confusión al contexto".
Y es que aunque las primarias demócratas y republicanas (que se celebrarán en febrero y junio, respectivamente) podrían sorprender con la incorporación de algún candidato con posibilidades serias de ser nominado, lo más probable es que vuelvan a disputarse la Casa Blanca el actual presidente Joe Biden (81) y el anterior presidente Donald Trump (77), que "mantienen visiones muy distintas sobre la economía y, sobre todo, con respecto al papel de Estados Unidos en la complicada geoestrategia mundial, lo que, al final, terminará influyendo decisivamente en la definición del ciclo económico global por la continuidad o no del apoyo militar y político a Ucrania, en particular".
Precisamente, en Bankinter creen que estas elecciones representan "el principal factor de riesgo" para 2024, y estiman que podrían afectar a las decisiones de tipos de la Fed. "Ese evento lo complica todo", defienden los analistas del banco, que esperan que la Reserva Federal entre en una fase de "espera y observación antes de actuar, que abarcará hasta después del verano", sobre todo para cerciorarse de que la inflación está realmente controlada tras el leve repunte que Bankinter espera en los precios en el primer semestre.
"Estimamos que, con algo de suerte, la primera bajada de tipos podría aplicarla la Fed en septiembre, adelantándose así al resto de bancos centrales, aunque es arriesgado porque las elecciones son el 5 de noviembre y podría interpretarse en clave política", indican. Creen que el banco central estadounidense "seguirá bajando tipos en sus reuniones de noviembre y diciembre, hasta 4,50%/4,75% desde 5,25%/5,50% actual. Siempre y cuando la inflación se consolide en el entorno del 3% a lo largo del verano", comentan. Estiman, por tanto, una reducción de 75 puntos básicos en el año, frente a los 100 puntos de recorte mínimo que pronostica el consenso.
Sobre el BCE, dicen que podría realizar su primer recorte en octubre "si previamente la inflación europea se estabilizase en torno al 2,5% y la subyacente en +3,5%, puesto que el crecimiento económico se debilitará significativamente". Pero, remarcan, "todo esto dependerá del alcance de los anteriormente aludidos efectos de segunda ronda sobre la inflación, que ya son un hecho y que estimamos forzarán que ésta repunte durante el primer semestre".