Bank of America Merrill Lynch: "El gran mercado alcista ha muerto"

Estos expertos consideran que los retornos futuros serán "bajos y volátiles"

César Vidal
Bolsamania | 22 sep, 2018 06:00
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Drew Angerer / Getty Images

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"El mercado alcista ha muerto". Así de claros son los analistas de Bank of America Merrill Lynch sobre las previsiones para la renta variable durante los próximos meses.

La combinación de mayores tipos de interés por parte de la Reserva Federal, un menor crecimiento económico y una enorme acumulación de deuda a nivel global son tres ingredientes negativos que afectarán a las bolsas a medio y largo plazo.

Michael Hartnett, estratega jefe de inversiones del banco estadounidense, recuerda que los bancos centrales han inyectado en el sistema financiero 12 billones de dólares y han recortado los intereses 713 veces para combatir la peor crisis financiera desde la Gran Recesión.

Pero esta impresionante época de acomodación monetaria está llegando a su fin, y los inversores deben tenerlo en cuenta y adaptarse al nuevo escenario. "La fed está endureciendo su política monetaria e ignorando la deflación estructural, ya que está centrada en la inflación cíclica", ha comentado Hartnett en un informe recogido por CNBC.

En su opinión, los activos que liderarán las bolsas en los próximos años serán las farmacéuticas, las empresas disruptivas del sector tecnológico, las acciones de valor y los mercados fuera de EEUU y Canadá. "Hasta que termine este ciclo de endurecimiento de la Fed, sospechamos que los rendimientos absolutos de los activos financieros seguirán siendo escasos y volátiles", ha añadido Hartnett.

En su opinión, más tarde o más temprano se producirá una inversión de la curva de tipos en EEUU, lo que ha anticipado las siete últimas recesiones en ese país. "La Fed dice que esta vez es diferente, pero una Fed más dura es la gran amenaza para el rendimiento de los activos", ha argumentado este experto.

Sobre la enorme montaña de deuda global, que se ha disparado hasta 247 billones de dólares desde 172 billones, Hartnett lo considera un peligro, sobre todo si la economía global entra en recesión. La fortaleza del dólar ya está provocando problemas en las economías emergentes más endeudadas, que pueden propagarse hacia los mercados desarrollados.

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