La entidad considera que aún queda margen de caída en las bolsas las próximas semanas o meses
"Todavía no ha llegado el momento de comprar renta variable". Es lo que creen en Banca March, ya que consideran que aún queda margen de caída en las bolsas las próximas semanas o meses. Mientras, señalan que para la renta fija "el panorama comienza a ser más claro".
En la renta variable, "las valoraciones son atractivas, pero nos preocupan las revisiones a la baja de los beneficios que veremos en los próximos meses y que volverán a presionar los mercados", ha señalado el director de estrategia de mercados de Banca March, Joan Bonet.
De hecho, opina que con los márgenes de beneficios empresariales cerca de máximos históricos, "el potencial de crecimiento a la baja es grande". "Y si vamos a una recesión, bastante más", ha añadido. Por ello, "no nos podemos creer mucho los niveles de valoración actuales".
Como ha explicado, históricamente, las bolsas no hacen suelo hasta que los tipos de interés comienzan a bajar o entrar en pausa. Algo que por el momento no se prevé que suceda.
En cuanto a la bolsa española, asegura que, "igual que la europea, es mucho más vulnerable" que otros mercados, por lo que la posición de Banca March es 'infraponderar'. "A nivel geográfico, seguimos con preferencia por las regiones menos expuestas a la crisis energética y al conflicto en Ucrania".
"Desde un punto de vista sectorial, favorecemos la inversión en sectores defensivos, como cuidados de la salud", apuntan desde el equipo de estrategia de Mercados. Dentro de los sectores cíclicos, en los que se mantienen infraponderados, muestran preferencia por los financieros y en tecnología, permanecen conservadores focalizando las inversiones en las compañías con ingresos más recurrentes, como software. Además, encuentran oportunidades de inversión estructurales en sectores que se benefician por la mayor preocupación global por la seguridad y, en particular, las infraestructuras ligadas a la autosuficiencia energética europea y la transición verde.
Respecto a la renta fija, Bonet cree que la mejor opción es situarse en los plazos cortos y dentro de los segmentos de crédito de mayor calidad, en particular el de grado de inversión en Europa.
Por otro lado, la entidad ha hecho referencia al escenario macroeconómico, en el que Europa ocupa un lugar de "inevitable" contracción, con una inflación que "tardará en normalizarse". "Las condiciones financieras se han deteriorado con fuerza y, a día de hoy, una recesión nos parece prácticamente inevitable, al menos, en la zona euro", ha expresado el director de estrategia de mercados.
Para España, Banca March se desmarca de las previsiones tanto del Gobierno como de organismos como la OCDE en cuanto al crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB). Calcula que se colocará en el 4,3% este año y en el 1,2% para 2023. Así, no esperan una reactivación hasta el segundo trimestre del año que viene.
Para 2023 el crecimiento del PIB mundial se quedará en el 1,7% interanual, nivel que representa la mitad del crecimiento promedio de los últimos 40 años. Por regiones, la economía de EE.UU se situará cerca del estancamiento (+0,7%), mientras que la reactivación de China será débil. Anticipan una recesión más acusada en la zona euro, que comenzará en la parte final de este año y donde el PIB conjunto de 2023 será negativo (-0,2% estimado).
Subrayan además el difícil papel de los bancos centrales. "La caída del precio del crudo y las señales de una menor presión en las cadenas de suministros globales deberán permitir alcanzar un techo en la inflación en esta parte final del año. Sin embargo, la subida de los costes energéticos ya se ha trasladado al conjunto de la cesta de la compra", por lo que en Banca March piensan que las tasas subyacentes, "las que realmente preocupan a las autoridades monetarias, seguirán elevadas, empujando a que los bancos centrales continúen retirando estímulos".
En el caso del Banco Central Europeo (BCE), aunque mantendrá el tamaño de su balance, el equipo de Estrategia de Mercados de Banca March espera un movimiento similar en términos del precio del dinero, que terminaría este 2022 por encima del 2%. "La dificultad, en este caso, es que la autoridad monetaria europea tendrá que ser cuidadosa y conseguir un difícil equilibrio entre elevar los tipos de interés y no asfixiar la capacidad de financiación de los países periféricos", dicen.