El mercado anticipa la primera subida de los intereses pero con poco margen para el organismo
¿Por qué caen las bolsas mundiales, qué sucede en el mercado de bonos americanos? Actualmente, hay varias dinámicas interconectadas para contestar a estas preguntas. Y todas ellas nos llevan a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) y al cambio de sesgo en su política monetaria realizado la semana pasada.
Wall Street cerró el pasado viernes su semana más bajista en cuatro meses, mientras los rendimientos de la deuda pública estadounidense registraron un 'aplanamiento' entre los plazos a corto plazo y los plazos a largo.
Es decir, repuntaron los rendimientos de los bonos con vencimiento hasta 3 años, mientras las rentabilidades de los bonos a 5 años o plazos superiores se redujeron de forma notable.
Este denominado 'aplanamiento de la curva de tipos' refleja que el mercado está descontando ahora que la Fed subirá los tipos antes de lo previsto inicialmente. Y además indica que el banco central no tiene demasiado margen para subir los intereses sin frenar el crecimiento económico, porque la tasa neutral de los tipos cada vez es menor.
Si antes de la reunión del banco central americano el mercado descontaba la primera subida de tipos en 2024, tras las nuevas previsiones del organismo los inversores ya descuentan al menos dos subidas en 2023.
Y tras las declaraciones de James Bullard del pasado viernes, cuando el presidente de la Fed de San Luis sugirió que la primera subida de tipos podría producirse en 2022, el movimiento de los bonos se acentuó aún más y presionó las valoraciones bursátiles, que cotizan cerca de máximos históricos en Wall Street.
Este es otro factor que es necesario recordar en el escenario actual. "Entendemos que la reacción de las bolsas tiene otra explicación, más de tipo técnico, ya que tanto los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses, así como muchos valores, especialmente los de corte cíclico, que han sido los más penalizados en los últimos días, mostraban elevados niveles de sobrecompra", argumentan los analistas de Link Securities.
"Es por ello que entendemos que estas bolsas estaban 'maduras' para una corrección que, si bien es posible que continúe, no esperamos que vaya a ir muy lejos ante la elevada liquidez que hay en estos momentos en el sistema; y la falta de alternativas atractivas de inversión", añaden.
En la misma línea, los expertos de Renta 4 comentan que "el techo que estamos viendo en algunos indicadores adelantados de ciclo también podría frenar a la Fed en su giro hacia una política monetaria más restrictiva que frene la recuperación económica de forma brusca, lo que nos lleva a pensar que el movimiento actual es más de toma de beneficios a corto plazo. Powell podría aprovechar su comparecencia mañana ante un subcomité del Congreso para aclarar la posición de la Fed".
En su opinión, "los riesgos a vigilar son el repunte de inflación, que pueda ser más persistente de lo previsto; e impacto en la recuperación económica de las nuevas cepas. La evolución de estos riesgos podría propiciar mejores puntos de entrada, teniendo en cuenta que los apoyos a las bolsas se mantendrán, con elevada liquidez (bancos centrales manteniendo sesgo 'dovish'), estímulos fiscales (EEUU) y recuperación de los resultados empresariales".
No es tan positivo Mark Zandi, economista jefe de Moody's Analytics, quien espera que la actitud más agresiva de la Fed provoque caídas en el mercado de entre el 10% y el 20%. Y, a diferencia de los recortes de los últimos años, Zandi estima que no se producirá una fuerte recuperación, especialmente porque el mercado está muy sobrevalorado. Calcula que podría tardar un año en volver a los niveles actuales.
"Los vientos en contra están aumentando para el mercado de valores", dijo Zandi en el programa 'Trading Nation', de CNBC, el pasado viernes. "La Reserva Federal tiene que cambiar de marcha aquí porque la economía es muy fuerte", añadió.