CaixaBank y BBVA han emitido este martes deuda por 1.000 millones de euros cada uno, aprovechando el apetito del mercado que ha permitido que la demanda haya superado la oferta en ambos casos.
En concreto, BBVA ha cerrado una emisión de capital AT1 en forma de bonos contingentes convertibles preferentes y perpetuos a cinco años dirigida a inversores institucionales.
El banco presidido por Carlos Torres ha logrado una demanda de 3.200 millones de euros, 3,2 veces este importe, lo que le ha permitido rebajar el cupón desde el 6,375% inicial al 6%. Las entidades colocadoras han sido BNP Paribas, Credit Agricole, Citi, Deutsche Bank, HSBC y el propio BBVA.
BBVA buscaba elevar así su ratio Tier 1 de solvencia, en lo que constituye un paso más en el proceso de fortalecimiento de la estructura de capital del banco.
Por su parte, CaixaBank ha cerrado una emisión de deuda sénior preferred con vencimiento en siete años y cupón del 1,125%, con el objetivo de mejorar su liquidez.
A la emisión han acudido 140 inversores institucionales y la demanda ha superado 2,75 veces la oferta. Las entidades colocadoras de la emisión han sido Barclays, CaixaBank, J.P. Morgan, Natixis y Natwest Markets.
Estas dos emisiones se suman a la histórica colocación de bonos que protagonizó ayer una empresa no financiera, en concreto Abertis, con 3.000 millones de euros en cuatro tramos y plazos de vencimientos de entre cinco y doce años, y a la emisión de 500 millones de euros de Bankia en bonos senior preferentes a cinco años, con un cupón anual del 0,875% y con una demanda de doce veces la oferta.
Según los analistas consultados por Europa Press, las entidades están aprovechando para emitir deuda y reforzar su capital y liquidez ante el temor de que cambien las condiciones crediticias en los próximos meses por la progresiva ralentización económica. Además, la sobredemanda de las últimas emisiones ha mostrado el apetito del mercado de deuda.
Estas emisiones están dentro de la operativa normal del sector en el contexto actual, ya que los bancos tienen que cumplir con una serie de requerimientos regulatorios en materia de capital y de activos líquidos disponibles, para lo que realizan este tipo de emisiones.