Los mercados están preparados para la volatilidad
Tras un primer trimestre muy alcista para la renta variable estadounidense, que llevó al S&P 500 a registrar su mejor inicio de año desde 2019, ¿cómo se presentan los próximos meses? Hay varios factores clave que determinarán el rumbo de Wall Street.
"Los impulsores del mercado pasarán, en las próximas semanas, de la macro a lo micro a medida que los resultados empresariales, la liquidez, la emisión de bonos y las decisiones de política monetaria de los bancos centrales vayan desplazando el foco de los datos económicos que alientan las expectativas", explican los estrategas de Bank of New York Mellon (BNY Mellon).
No obstante, el riesgo de que una inflación más rígida de lo esperado decepcione las esperanzas de un primer recorte de tipos en junio por parte de la Reserva Federal (Fed) también está ganando peso en el mercado.
Sobre todo, tras los últimos comentarios de varios miembros de la Fed, incluido su presidente, Jerome Powell, quien ha asegurado que el organismo tiene "tiempo" para decidir la fecha de inicio de las bajadas de tasas y que estas no llegarán hasta que el banco central tenga "mayor confianza" en que la inflación se acerca al objetivo del 2%.
"El problema para muchos inversores surge del impulso y la entropía (los flujos de dinero en los últimos cinco meses muestran un creciente factor de miedo a perderse algo que impulsa las acciones) frente a la falta de certeza de que cualquier otra cosa ofrezca un rendimiento razonable. La esperanza de un aterrizaje suave se convirtió en una convicción que se alimentó de la dinámica comercial", analizan desde la entidad estadounidense.
Entonces, ¿qué factores pueden frenar, y cuáles impulsar, la renta variable estadounidense en el segundo trimestre de 2024?
En términos económicos, una mayor inflación y un menor crecimiento abren la puerta a unos tipos de interés "más altos por más tiempo" en la Reserva Federal. Una situación que también afecta al resto del mundo.
"La inflación de bienes derivada de las dos guerras en curso se suma al problema", advierten en BNY Mellon.
En este sentido, existen tres factores que pueden dar al traste con el reciente repunte de las acciones estadounidenses:
1. El resto del mundo se pone al día. Las recuperaciones en China y Alemania llevan dinero a esos mercados a expensas de las posiciones accionarias estadounidenses.
"Otros mercados parecen 'más seguros' que Estados Unidos, ya sea que se trate de tasas o de crecimiento en los mercados desarrollados o emergentes", comentan en el banco estadounidense.
2. Los bonos superan a las acciones. A medida que los bancos centrales flexibilicen sus políticas monetarias, las operaciones de duración en renta fija sacan el dinero de las acciones de mayor riesgo y lo devuelven a bonos "más seguros".
La consecuencia de esto "es que los riesgos de recesión aumentan, a medida que las tasas más bajas siguen a cambios en las opiniones sobre el crecimiento, en caso de que los datos sorprendan a la baja", afirman los analistas.
3. Las correlaciones cambian de negativas a positivas. Al mismo tiempo que la correlación negativa del dólar con las acciones cambia con el riesgo de mercado, la cobertura de la divisa estadounidense podría debilitarse y provocar una fuerte caída, particularmente frente a monedas de refugio como el yen y el franco suizo.
De manera similar, la correlación de los bonos con las acciones podría cambiar si los datos económicos vuelven a bajar a una velocidad estancada, reavivando las expectativas de la llamada "venta de la Reserva Federal".
Desde BNY Mellon subrayan que la correlación entre el Nasdaq y las expectativas de recorte de tipos de la Fed en diciembre de 2024 es ahora negativa después de más de dos años de haber estado significativamente correlacionadas.
"La explicación de la división comienza con la transferencia de dinero hacia la inteligencia artificial (IA) y cómo contribuye al índice de alta tecnología, pero continúa con la opinión de que la economía se beneficia de los flujos de inversión hacia la IA, ya que ésta contribuye al crecimiento y la productividad, dando al FOMC espacio para esperar una menor volatilidad", agregan.
La economía de EEUU está mostrando una fortaleza sorprendente a pesar del agresivo endurecimiento monetario llevado a cabo por la Fed. Si este crecimiento se mantiene y la inflación logra estabilizarse, el banco central estadounidense podrá empezar a recortar tipos en junio, lo que se suma a las esperanzas de un aterrizaje suave.
Todo ello, unido a estos tres factores pueden contribuir a un repunte del mercado:
1. Sorpresas en las ganancias del primer trimestre. Un PIB del 2,5% en los primeros meses de 2024 y una inflación del 3,5% hacen que muchos esperen un crecimiento de los beneficios del 6%-8% y se muestren positivos de cara al segundo trimestre.
"El análisis de FactSet pone de manifiesto que menos empresas de lo normal recortan las perspectivas, lo que genera mayores expectativas en el mercado", valoran en BNY Mellon.
2. La liquidez continúa. "La falta de ruido o dolor en los mercados monetarios por el cambio del efectivo a letras en medio del actual ajuste cuantitativo de la Reserva Federal (reduciendo el balance) aún no ha importado a los mercados, ya que el exceso de dinero aparece listo para ponerse a trabajar", señalan los analistas.
Muchos apuntan al rally alcista del oro como ejemplo de que el mercado teme una flexibilización demasiado pronto por parte del banco central estadounidense.
3. La productividad aumenta gracias a la IA. El ciclo de inversión se acelera y produce ganancias más rápidas de lo que muchos esperan, favorecidas por el nuevo 'boom' tecnológico.
"Los mercados están preparados para la volatilidad con posiciones de acciones en tecnología de la información, divergencia de las expectativas de tasas a corto plazo y posicionamiento de la curva de rendimiento en bonos, y correlaciones cambiantes de las divisas con ambos, lo que lidera el riesgo en el segundo trimestre", concluyen en BNY Mellon.