El 22 de diciembre es uno de los grandes días para estos pupilos, que tienen como referente a Diego López, que pasó a la historia desde que el 9 de marzo de 1771 se convirtiera en el primer niño del Colegio San Ildefonso
El director del centro ha explicado que los niños y niñas de la Residencia Internado de San Ildefonso ya están ensayando para preparar tanto sus voces como su expresión corporal de cara a la celebración del próximo Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad, que se celebra el jueves 22 de diciembre. ¿Pero cuántos años llevan repartiendo premios estos niños?
Fernández, director del centro actualmente y por último año, ha concretado que, durante el mes de octubre, se han hecho pruebas de voz para elegir las parejas de niños que participarán. "Lo que hacemos es ir probando voces, distintas parejas a ver cómo suenan y, cuando encontramos las que a nuestro juicio son las que mejor empastan, se forman las parejas y empiezan a ensayar", ha remachado.
DIEGO, EL PRECURSOR
El 22 de diciembre es uno de los grandes días para estos pupilos, que tienen como referente a Diego López, que pasó a la historia desde que el 9 de marzo de 1771 se convirtiera en el primer niño del Colegio San Ildefonso que sacó y cantó un número premiado de la lotería española. En la actualidad, los niños de este centro educativo siguen siendo los encargados de repartir la suerte en los sorteos extraordinarios de Navidad.
El Colegio San Ildefonso (orfanato hasta que llegó la Democracia) es uno de los más antiguos de la capital. Ubicado al principio en el número 3 de la Carrera de San Francisco, fue también conocido como Colegio de Niños de la Doctrina y popularmente llamado de los Doctrinos.
Aunque no se sabe la fecha exacta de su fundación, gran parte de los historiadores lo han datado en el último tercio del siglo XV, coincidiendo con el reinado de los Reyes Católicos. También se desconoce el origen de que sus alumnos canten la lotería.
Cuando tuvo lugar el primer sorteo, los responsables de la lotería, al ser un colectivo de los más favorecidos en la ciudad, decidieron que fueran estos niños los que cantaran, recibiendo a cambio una limosna.
Todos los niños de San Ildefonso eran hijos de Madrid y eran huérfanos de padre o madre, un hecho que ha ido cambiando con los años. Cuando entró en vigor la LOGSE, el colegio y la residencia se separaron y fue cuando se permitió la entrada de niñas al colegio, además algunos estudiantes dejaron de ser internos.