La piscina afectada es la que ocupa la competición de saltos y, de momento, los nadadores aseguran que no les afecta en la competición
Desde el primer día se han ido conociendo fallos en en las instalaciones de los Juegos Olímpicos de Rio, pero el sucedido en la jornada del martes en Brasil es posiblemente uno de los que más revuelo ha generado. La piscina que utiliza la competición de saltos se ha vuelto verde de forma repetentina y sin explicación lógica, de momento.
La organización no ha tardado en salir al paso para defender el correcto estado de las instalaciones, "los test realizados en la piscina del Centro Acuático María Lenk desprenden que no hay riesgo alguno para la salud de los atletas". Aunque los organizadores han descartado riesgos para los deportistas, lo cierto es que no todos terminan de fiarse. "Lo único que dijimos fue: no abras la boca en el agua. Por las dudas", afirmó la canadiense Meaghan Benfeito a la agencia DPA, según recoge 'El Huffignton Post'.
Ni se nos cae el cabello, ni nos arden los ojos. Creo que con el paso del tiempo se fue haciendo más verde
"Ni se nos cae el cabello, ni nos arden los ojos, sí nos dimos cuenta desde que llegamos. Creo que con el paso del tiempo se fue haciendo más verde", ironizó Alejandra Orozco, nadadora mexiacana que compite junto a su compatriota Paola Espinosa en la competición de salto de trampolín 10 euros.
El jefe del equipo de Canadá, Mitch Geller, especuló que el cambio podría deberse a algas. "No sabemos exactamente qué pasó", adelantó Mario Andrada, portavoz del comité organizador. "Medimos todos los días el agua con los mismos parámetros y los resultados fueron idénticos que con una piscina azul".
Ermmm...what happened?! pic.twitter.com/pdta7EpP2k
— Tom Daley (@TomDaley1994) 9 de agosto de 2016
Water at diving went from clear blue to murky green in 1 day. Rio organizers can't explain it, but say it's safe. pic.twitter.com/XmWfeFGJsq
— Beth Harris (@bethharrisap) 9 de agosto de 2016
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