La primera dama de EEUU tuvo que avisar a su marido para que se colocase la mano en el corazón durante el himno nacional
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania Trump, participaron este lunes en su primera carrera de huevos de Pascua desde que, en enero, llegaron a la Casa Blanca, una tradición de más de un siglo que en esta ocasión ha llegado precedida de polémica por la reciente escapada del matrimonio a Mar-a-Lago (Florida) y por la posterior polémica durante el himno nacional.
Trump y su mujer se han asomado al balcón de la Casa Blanca junto a su hijo, Barron, y a un conejo que hacía las veces de mascota de este festival anual. El evento, según los medios planificado con retraso, ha reunido este año a unas 21.000 personas, por debajo de los 35.000 asistentes de los últimos años, según recoge la información de Europa Press.
La primera dama tuvo que recordar a su marido al comienzo del himno nacional que debía ponerse la mano en el corazón
El presidente ha dado las gracias a su mujer por haber trabajado "durante tanto tiempo" para organizar la fiesta, "para hacerla perfecta". Aunque para muchos, Trump debería haber agradecido alguna cosa más a Melania. La primera dama tuvo que recordar a su marido al comienzo del himno nacional que debía ponerse la mano en el corazón, como marca el protocolo y como estaban haciendo tanto ella como su hijo. Donald reaccionó rápido al leve golpe en el brazo de la primera dama y se colocó su mano derecha sobre el corazón.
Habituales de la crónica política como el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, también han participado leyendo cuentos a los niños. Al margen de actos festivos como la tradicional carrera de huevos, Trump también ha aprovechado para lanzar algún mensaje político. "Seremos más fuertes, más grandes y mejores como nación que nunca antes y ya vamos por buen camino", ha destacado el mandatario.