Las primeras ministras de ambos países se reunirán con el presidente alemán el 3 de mayo
Los gobiernos de Finlandia y Suecia han aumentado la intensidad de las conversaciones con los socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para solicitar su adhesión de forma conjunta el 16 de mayo tras el estallido de la guerra en Ucrania y como forma de protegerse ante una posible invasión rusa, dado que los acuerdos del organismo tratan un ataque en cualquier Estado miembro como un ataque propio y se debe luchar en su defensa.
La primera gran cita de Magdalena Andersson, primera ministra de Suecia, y Sanna Marin, primera ministra de Finlandia, será el próximo 3 de mayo, cuando se reunirán con el presidente de Alemania, Olaf Scholz. En las conversaciones que se darán en Berlín tratarán temas de seguridad y, por tanto, discutirán esta adhesión conjunta.
Antes, el 29 de abril, ya se discutió un salto conjunto para entrar a la OTAN mediante un proceso acelerado. Entonces, fueron los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países quienes trataron el tema en una reunión en Helsinki, todo ello tras el ofrecimiento del secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, un día antes.
“Si Finlandia y Suecia deciden postularse, la OTAN hará que el proceso de adhesión sea lo más rápido posible", dijo entonces, añadiendo que "mi conversación con el presidente Niinistö abarcó la posible solicitud de Finlandia para unirse a la alianza y cualquier arreglo que pudiera hacerse para el período entre la presentación de la solicitud y su ratificación".
Finlandia debe decidir sobre su adhesión en la primera o segunda semana de mayo, tras lo cual deberá ser ratificado por la Oficina del Presidente, sobre la base de una recomendación de la Primera Ministra Marin.
En el caso de Suecia, el límite es el 13 de mayo, pero hace poco se evidenció tras la presentación de la evaluación política de seguridad nacional, en la que la primera ministra Andersson describió la posible unión a la alianza como "la solución de la OTAN".
A todo esto se llega en un clima de tensión que ha ido en aumento. Después de que Suecia retirara el estatus diplomático a tres diplomáticos rusos en Estocolmo, el Kremlin contestó expulsando a cuatro diplomáticos suecos.