La mayor parte del importe se quedará en Asia
La reapertura de China tras sus severas medidas para contener la expansión del coronavirus está siendo uno de los temas de mayor interés en lo que va de año, por sus importantes implicaciones en el comercio internacional y en el coste de materias primas estratégicas como el petróleo, aunque sus efectos van más allá e impactan a otros aspectos como el turismo, que a nivel mundial se puede ver beneficiado con un flujo extra anual de 160.000 millones de dólares, según los cálculos de Natixis.
Los analistas de la firma recuerdan que China es "el país que más gasta en viajes internacionales del mundo", y si bien todavía no está en posición de regresar a esos niveles, se espera que pueda retomar su "prominencia mundial" una vez se complete la reapertura y sus ciudadanos retomen sus hábitos tradicionales.
"Antes de la pandemia de Covid, los turistas chinos se habían convertido en una parte integral del sector turístico mundial, con su participación en el gasto aumentando desde el 8% en 2010 hasta el 16% en 2019. El efecto indirecto positivo de China es, por lo tanto importante, especialmente para las economías que dependen en gran medida del turismo", señalan.
A nivel mundial, Estados Unidos es el mayor receptor de viajeros internacionales, seguido de España y Francia. Dentro de Asia, Australia, Japón y Tailandia lideran los ingresos por turismo foráneo. Sin embargo, estas potencias no tienen la misma exposición al mercado chino.
De los 160.000 millones de dólares adicionales por año que aportarán al sector los viajes transfronterizos de China, Asia captará 103.000 millones, lo que representa un 64% del importe y un 0,65% del Producto Interior Bruto (PIB) del continente. América del Norte y Europa también atraerán 33.900 millones y 21.000 millones respectivamente, aunque estas cifras solamente representan el 0,13% y el 0,09% de sus respectivos PIB.
En América del Norte, casi la totalidad de los 33.900 millones irían a parar a las arcas de Estados Unidos, que recibiría cerca de 31.100 millones de dólares, muy por encima de los 2.800 con los que se beneficiaría Canadá.
Desde Natixis subrayan que "a nivel nacional, incluso si Estados Unidos atrae a la mayor parte de los ingresos por turismo, no es relevante para su economía", ya que este ingreso extra apenas representa un 0,1% de su economía.
En lo que respecta a los gigantes tradicionales del turismo en Europa, como España y Francia, las entradas solo alcanzarán alrededor del 0,2% del PIB, "dada la fuente diversificada de turistas" con las que cuentan estos países, en los que además ya se han retirado la práctica totalidad de las restricciones por coronavirus.
El que se posiciona como gran triunfador en este regreso progresivo de los viajeros chinos es Hong Kong, que podría beneficiarse con hasta 22.000 millones en gastos, equivalente al 5,9% de su PIB.
Para el resto de Asia, Australia, Japón y Tailandia atraerán alrededor de15.000 millones cada uno, aunque el impacto será más elevado para este último, ya que los ingresos extra derivados del turismo chino suponen un 3% de su PIB. Si solo se toma en cuenta el impacto sobre el Producto Interior Bruto, Macao lidera la lista de beneficiados con un gran impulso del 15% de su economía.
También destaca el peso que el retorno de los viajeros chinos tendrá sobre la economía de Maldivas, ya que las estimaciones indican que pueden llegar a cubrir el 7% de su PIB, y también reforzaría el crecimiento de Camboya, con una aportación que puede llegar al 3,9% del PIB.
La expansión del gasto en turismo no se distribuye de forma equitativa por los distintos sectores que integran la economía de cada país, y en este sentido, los más reforzados serán "las aerolíneas, la hospitalidad, los ferrocarriles y gastos de viaje (incluidas plataformas de reserva, minoristas de viajes y firmas de cosméticos)", que verán un impulso de crecimiento renovado "desde una base baja".
De nuevo Asia aparece como el continente más beneficiado por el crecimiento de los viajes, puesto que "está rezagado con respecto a sus pares globales, y la brecha refleja espacio para la captura y un repunte cíclico de los ingresos".
"Desde una perspectiva estructural, la importancia de Asia solo está creciendo independientemente de la pandemia de Covid. Por lo tanto, el gasto en turismo emisor chino puede ser beneficioso para muchas economías y sectores dependientes del turismo, especialmente en Asia", agregan.
El gran peligro en todo este proceso es que "China gestione con cuidado sus actividades relacionadas con salidas por turismo a través de medidas administrativas, dada la presión sobre el crecimiento doméstico y el consumo".
"Aún así, es solo cuestión de tiempo que lo los efectos positivos indirectos del turismo emisor de China lleguen al mundo nuevamente", concluyen.