El anfitrión ha invitado a un almuerzo improvisado a su homólogo estadounidense
La cumbre del G7 que se celebra desde hoy y hasta el próximo lunes en la localidad francesa de Biarritz, dará comienzo oficialmente a las 19 horas, hora local. Pero durante toda la mañana se ha producido un largo trasiego de coches oficiales llegando al hotel donde se van a alojar los mandatarios que van a intervenir en los diferentes encuentros. Macron ha querido tener un acercamiento con Donald Trump para aliviar tensiones, tras los tuits incendiarios del estadounidense en los que amenaza con incrementar los aranceles al vino francés. También ha tenido tiempo de intercambiar unas palabras con la canciller alemana, Angela Merkel, y con el primer ministro británico, Boris Johnson, que acude por primera vez a esta reunión.
La cumbre de las potencias más industrializadas es una buena excusa para limar asperezas e intentar llegar a acuerdos bilaterales. Lejos de esto, es muy raro que se logren grandes acuerdos sobre la situación económica y política a nivel mundial. Es lo que se conoce como una jaula de grillos, de la que no se sacará nada en claro.
Durante el almuerzo, Emmanuel Macron y Donal Trump comieron cara a cara como si no pasara nada, después de la tensión vivida con la famosa Tasa Google que ha impuesto Francia a las gigantes tecnológicas, y por la que anoche Trump decidió contraatacar poniendo en el punto de mira el vino francés. Pero esta tensión parece que se ha disipado durante el encuentro y ambos se han mostrado relajados.
Este encuentro no estaba previsto en la agenda oficial, pero era necesario para atenuar sus diferencias antes del inicio de la cumbre. "Es un G7 que llega en un momento de gran desestabilización en numerosas cuestiones", aseguró el presidente francés, quien habló del conflicto sirio y las tensiones entre Washington y Teherán como los principales temas de discordia entre Estados Unidos y los países europeos.
"Tenemos que trabajar muy duro porque creo que compartimos el mismo objetivo, asegurarnos de que no tiene acceso al arma nuclear", dijo Macron sobre Irán, pese a que Trump se retiró en 2018 del acuerdo nuclear internacional.
Por su parte, Trump aseguró que "tenemos mucho en común" y se mostró satisfecho del ambiente encontrado hasta ese momento: "De momento todo bien. El tiempo es perfecto y todo el mundo se está llevando bien. Espero que consigamos mucho este fin de semana", concluyó.
BREVES ENCUENTROS CON MERKEL Y JOHNSON
A diferencia de con Donald Trump, Macron ha dedicado muy poco tiempo a los encuentros con la canciller alemana y el 'premier' británico. Con la primera mantiene buena consonancia y ambos han hablado de Mercosur y los posibles mecanismos para frenar los devastadores incendios en la Amazonia. También se han mantenido unidos frente a Johnson para mostrarse contrarios a renegociar las condiciones del Brexit.
En cuanto al mandatario británico, Macron ha tenido muy claro que el asunto del divorcio duro es un asunto que preocupa, y mucho, a todas las potencias europeas pero que la responsabilidad recae solamente sobre él mismo. También le ha vuelto a recordar que no hay margen para renegociar su salida de la UE.