Lula insta a impedir que la "desesperación" lleve a Brasil al fascismo

Detenido durante casi siete meses en la localidad de Curitiba, el exdirigente brasileño ha hecho un llamamiento a los actores políticos democráticos para solventar sus diferencias y enfrentarse al rival del PT, el ultraderechista Jair Bolsonaro, favorito para ganar la segunda vuelta electoral prevista para el próximo 28 de octubre, según los sondeos.

"Si hay diferencias entre nosotros debatamos, votemos. No tenemos el derecho a abandonar el pacto social de la Constitución de 1988. No podemos dejar que la desesperación nos lleve a una experiencia fascista tal y como hemos visto en otros países a lo largo de la Historia", ha indicado Lula en una carta difundida este miércoles.

"Es el momento de unirnos todos, los demócratas, en torno a la candidatura de Haddad, para reanudar el proyecto de inclusión social y defender la opción de Brasil a tener democracia", ha afirmado.

"En este momento, por encima de todo hay un futuro para este país, para la democracia y para nuestra gente. Es el momento de votar a Fernando Haddad, que representa la supervivencia del pacto democrático sin miedo y sin dudas", ha expresado.

En la misiva, Lula ha hecho hincapié en el sentimiento anti-portugués que ha impulsado la candidatura de Bolsonaro, así como de varios gobernadores y parlamentarios, pero no ha criticado su propio comportamiento o el del PT, así como el de su sucesora, Dilma Rousseff, que tuvo que dejar la presidencia tras ser sometida a un 'impeachment' en 2016.

"Mi mayor preocupación es el sufrimiento de la gente, que únicamente aumentará si el candidato de los ricos y poderosos sale elegido. Pero pienso todos los días: ¿Por qué hay tanto odio hacia el PT?", ha subrayado.

"¿Lo odian porque podemos sacamos a 36 millones de personas de la pobreza y metimos a 40 millones en la clase media? Porque creamos 20 millones de empleos en 12 años", ha añadido .

Lula ha vuelto a señalar que ha sido injustamente condenado y encarcelado y que su Gobierno entabló una relación de "confianza" con los pobres, pero también con "los sectores más responsables de la sociedad brasileña".