Se han desmantelado los campamentos bolsonaristas y se ha detenido a unas 1.500 personas
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha conseguido estabilizar la situación en el país tras el asalto a las instituciones perpetrado por los seguidores de Jair Bolsonaro, el anterior presidente, este domingo.
La crisis institucional se ha saldado con el desmantelamiento de los campamentos bolsonaristas en Brasilia y en otros lugares del país y la detención de unas 1.500 personas.
En una reunión con los gobernadores de los 27 estados de Brasil, Lula ha explicado que los manifestantes reclamaban un golpe de Estado y la vuelta de Bolsonaro al poder.
Algo que no ha sucedido, ya que todas las instituciones del país han apoyado a Lula y han condenado el asalto a las instituciones.
El ministro de Justicia, Flávio Dino, ha confirmado la identificación en diez estados de los responsables de financiar a quienes participaron en el asalto a las instituciones de Brasilia durante el fin de semana.
Por su parte, Jair Bolsonaro ha sido dado de alta en un hospital de Estados Unidos, donde había sido ingresado por un fuerte dolor abdominal en la zona donde fue apuñalado hace unos años, durante la campaña presidencial en la que alcanzó el cargo de presidente.
Pese a los importantes intereses que tienen las empresas españolas en Brasil, los expertos de Renta 4 ya comentaban este lunes que la situación no tenía perspectivas de escalar en una crisis más relevante.
Aunque la situación sí muestra la polarización política que vive el país más poderoso de América del Sur e indica las dificultades que encontrará Lula durante su mandato.