Esta vez la hija de Donald Trump ha recibido críticas por sentarse en el sillón presidencial del Despacho Oval
La hija del presidente de EEUU, Donald Trump, se ha convertido de nuevo en objeto de polémica por una fotografía que ha publicado en sus redes sociales. En concreto, esta vez las críticas contra Ivanka se han producido por aparecer en una imagen junto a su padre y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau sentada en el sillón presidencial del Despacho Oval de la Casa Blanca.
La hija de Donald Trump ha recibido críticas desde que su padre fuera proclamado presidente de EEUU por intervenir de forma indebida en los asuntos oficiales
La foto se tomó tras la reunión que mantuvieron el presidente de EEUU y el político canadiense en Washington, en el marco de la ronda de contactos que ha iniciado Donald Trump con líderes políticos de todo el mundo y que ya le ha llevado a hablar con el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy. En la mencionada cita entre Trump y Trudeau, ambos evitaron entrar en temas conflictivos, pese a las preocupaciones que han surgido en Canadá a raíz de las declaraciones del presidente estadounidense contra el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre EEUU, Canadá y México.
Aunque tras el encuentro, quedó claro que los problemas de Trump son con su vecino del sur, y no con el del norte. "Vamos a tener una gran relación con Canadá", dijo el presidente de EEUU, que resaltó la "amistad histórica" entre ambos países, según se hizo eco El País. Por su parte, Trudeau recordó que "las relaciones entre vecinos son muy complejas, pero gracias a nuestro profundo respeto, podremos navegar con éxito esas complejidades y seguir siendo los aliados y amigos más estrechos".
La cita se desarrolló sin más sobresaltos, hasta que la hija del presidente Donald Trump publicó una imagen en sus redes sociales que ha dado la vuelta al mundo y que se ha convertido en una de las cosas más comentadas de las últimas horas por los internautas. "¡Buen debate con dos líderes mundiales sobre la importancia de que las mujeres tengan un asiento en la mesa!", dice Ivanka en el mensaje que acompaña a la mencionada imagen, en la que está sentada en el sillón de su padre.
La fotografía fue tomada después de que Trump y Trudeau participaran en la Casa Blanca en una mesa redonda con líderes empresariales y emprendedoras entre las que se encontraba Ivanka. Hay que recordar que la hija de Donald Trump ha recibido críticas desde que su padre fuera proclamado presidente de EEUU por intervenir de forma indebida en los asuntos oficiales, y eso que no ostenta ningún cargo oficial. Pero no sólo por eso. También ha sido objeto de polémica por otras imágenes que ha publicado en las redes, como una en la que aparecía junto a su marido, Jared Kushner, al que Trump ha nombrado como uno de sus principales asesores, en la que se veía cómo éste le tocaba el trasero.
A great discussion with two world leaders about the importance of women having a seat at the table! 🇺🇸🇨🇦 pic.twitter.com/AtiSiOoho0
— Ivanka Trump (@IvankaTrump) 13 de febrero de 2017
UNA NORMA NO ESCRITA
La polémica con la fotografía de Ivanka Trump ha ido creciendo cada vez más por la 'osadía' que ha cometido. Aunque familiares de otros presidentes de EEUU se han fotografiado en el Despacho Oval, lo cierto es que ninguno hasta ahora se había atrevido a sentarse en el sillón reservado a la persona más importante del país, símbolo de poder y desde el que se han tomado decisiones que han influido en el curso de la historia.
¿A qué se debe la polémica? Ivanka ha cometido una 'osadía' al sentarse en el sillón reservado al presidente, símbolo de poder
Como recoge Antena 3, es una norma no escrita, como muchas otras que hay. Por ejemplo, pocas cosas se pueden cambiar en el Despacho Oval: las banderas, el sello y la chimenea son intocables. Además, para entrar hay que seguir una etiqueta de vestuario. George Bush exigía la chaqueta, pero Barack Obama fue fotografiado en numerosas ocasiones en mangas de camisa y descansando con los pies encima del escritorio.
Como curiosidad, recordar que una fotografía muestra a John Kennedy en octubre de 1963 escondiéndose debajo del escritorio de su padre mientras este trabajaba en el Despacho Oval. Más de cuatro décadas más tarde, Sasha, la hija pequeña de Barack Obama, le espiaba escondida detrás del sofá. Hasta ahora el único que se había sentado en el sillón presidencial y no era ni presidente de EEUU ni uno de sus familiares es el pequeño Robby Novak, un niño conocido por sus inquietudes políticas al que Obama dejó sentarse en el sillón del Despacho Oval y hacerse una fotografía sosteniendo el teléfono.