El ataque de Hamás contra los israelitas ha desatado todo tipo de reacciones
Los mercados permanecen muy atentos a la nueva tensión geopolítica que se ha desatado tras el ataque de Hamás contra Israel, que ha provocado más de un millar de muertos y una declaración de guerra en toda regla. Los riesgos que entraña esta situación hacen que los inversores permanezcan atentos y vigilen desde la cautela. Como dicen los expertos, "el polvorín siempre humeante ha vuelto a encenderse".
"Justo cuando Oriente Medio empezaba a mostrar cierta apariencia de paz y estabilidad", vuelve la tensión, señala Stephen Innes, socio director de SPI Asset Management en un comentario de mercado este lunes.
También apunta a la subida que está experimentando el petróleo tras el ataque, ya que normalmente provoca una respuesta de comprar primero, y hacer preguntas después ante la escalada de las tensiones geopolíticas de Oriente Medio, pero recuerda que los mercados globales "deberían desviarse del riesgo".
En su opinión, es posible que pasen "a una modalidad más de esperar y ver para determinar si hubo maestros detrás del ataque". "En particular Teherán, que prácticamente podría garantizar una conflagración más amplia", comenta.
Y sobre Irán y su papel ante lo ocurrido también hablan otros expertos. Es el caso de Michael Hewson, analista jefe de mercado de CMC Markets UK, que comenta que las "atrocidades" de Hamás en Israel, y la reacción de este último ante ellas y la posterior declaración de guerra, han provocado además de subidas en el petróleo, "un movimiento hacia el dólar estadounidense y el oro, así como una modesta oferta de bonos, ante la preocupación por los riesgos de una escalada".
Por ahora, detalla, la reacción del mercado ha sido "bastante contenida", pero afirma que "la atención nunca estará lejos de los acontecimientos en Israel, dado el riesgo de una escalada si Irán se ve envuelto en la refriega, lo cual es completamente posible si Israel decide que es responsable del ataque", señala Hewson.
Innes explica también que "el análisis histórico sugiere que los precios del petróleo tienden a experimentar ganancias sostenidas después de las crisis de Oriente Medio", mientras que "las acciones tienden a recuperarse eventualmente y a tener una tendencia alcista después de un período inicial de volatilidad".
"Los activos de refugio como el oro y los bonos del Tesoro, que inicialmente obtienen ganancias durante este tipo de crisis, tienden a desvanecerse de sus picos iniciales de precios a medida que la situación se estabiliza. Pero como los analistas de Oriente Medio consideran que este es un momento crucial para Israel, la visión parece incendiaria en cualquier escenario actual", apunta.
El analista de SPI Asset Management señala la importancia de Oriente Medio en la economía global "debido a sus vastas reservas de petróleo y gas natural". Estos recursos naturales "son impulsores críticos de la influencia económica de la región en el escenario mundial", aunque al mismo tiempo "Oriente Medio representa un porcentaje relativamente pequeño del PIB mundial.
Su papel en el mercado energético mundial es destacado, por lo que las perturbaciones o escaladas en la región "pueden tener implicaciones de gran alcance para los mercados energéticos, las cadenas de suministro globales y la dinámica geopolítica", detalla Innes.
EL PETRÓLEO, CLAVE
Así las cosas, el petróleo parece la clave. "Los temores de una posible represalia contra Irán amenazan el paso de los buques que transportan petróleo a través del Estrecho de Ormuz y hacen que la retórica del mercado pase de una posible desaceleración de la demanda mundial de petróleo a una escasez de oferta mundial", señala Ipek Ozkardeskaya, analista senior de Swissquote Bank, ante la subida del 'oro negro'.
También indica que hay rumores de que Irán habría ayudado a Hamás a organizar su ataque, mientras que Estados Unidos ha dicho ya que ha enviado buques de guerra a la región. "La escalada de tensiones provocará una ola de pánico en los mercados a partir de este lunes", sobre todo después de que Estados Unidos e Irán "se vean arrastrados a la agitación".
Esto, apunta Ozkardeskaya, "insinúa que las tensiones pueden escalar aún más". Desde la perspectiva de los precios, se espera que el nivel de 90 dólares por barril albergue ofertas decentes de crudo estadounidense, ya que la escalada y la prolongación de las tensiones en Oriente Medio "podrían ser la gota que colma el vaso que podría acercar al mundo al borde de la recesión y moderar el apetito por el crudo".
Y desde una perspectiva geopolítica, la analista dice que "esta guerra es diferente de la de 1973 porque el panorama político y geopolítico no es similar". En primer lugar, los países árabes no están atacando a Israel juntos. En segundo lugar, los países de la OPEP tienen capacidad excedente que restringen voluntariamente para mantener el precio del petróleo por encima de los 80 dólares por barril, pero no necesariamente piensan en triplicar los precios del petróleo, lo que en su opinión solo "aceleraría la transición energética".
En tercer lugar, comenta, Estados Unidos podría seguir aprovechando sus reservas estratégicas de petróleo para nivelar un posible shock de precios a pesar de que la SPR ha caído a su nivel más bajo en 40 años después de la guerra de Ucrania y, finalmente, la guerra de Ucrania y el embargo del petróleo ruso ya están en marcha y Occidente "tiene poco margen para imponer otro embargo al petróleo árabe".
"Dicho esto, las posibles represalias contra Teherán representan un grave riesgo de alza para los precios del petróleo. Estaremos atentos a los acontecimientos, pero no especulemos sobre un aumento brusco de los precios del petróleo por ahora", concluye.