Falta un año para las elecciones de EEUU: ¿qué pasaría si regresa Trump?

El expresidente es uno de los aspirantes por el Partido Republicano

Aitor Pereira
Bolsamania | 18 nov, 2023 06:00
trump ficha policial
X Donald Trump

Estados Unidos se aproxima ya a su año electoral, con unos comicios que se celebrarán en noviembre de 2024 y que podrían suponer el regreso del expresidente Donald Trump, quien deberá competir por ser el candidato del Partido Republicano con otras personalidades como el gobernador de Florida, Ron DeSantis. Los procesos judiciales abiertos en su contra no han minado la confianza de Trump sobre sus posibilidades, y los analistas estudian qué le esperaría al país si volviese a habitar la Casa Blanca.

Los analistas de Berenberg destacan que "las encuestas de opinión y los mercados de apuestas asignan una probabilidad ligeramente mayor al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca que a un segundo mandato del presidente Joe Biden", si bien subrayan que "un año es mucho tiempo", por lo que la situación puede revertirse hasta el 5 de noviembre del próximo año.

Sobre una posible victoria del republicano, aseguran que "Trump probablemente tendría un comienzo menos caótico para un hipotético nuevo mandato que en 2017, cuando incluso él y su equipo aparentemente se vieron sorprendidos por su victoria contra Hillary Clinton".

"Como su equipo estaría mejor preparado, probablemente podría cambiar las políticas de manera más rápida y efectiva que en 2017-2021. Cabría esperar que Trump II fuera aún más proteccionista y al menos tan derrochador y poco dispuesto a aumentar los impuestos como antes", añaden.

En materia de política exterior, mantendría "una postura dura" frente a China, "aunque probablemente de nuevo con más ruido que Biden".

Sin embargo, "su enfoque miope y transaccional de 'Estados Unidos primero' en política exterior y su desdén por las instituciones multilaterales como la Unión Europea podrían debilitar las alianzas e instituciones internacionales, privando a Estados Unidos de aliados".

"Su aparente afición por los 'hombres fuertes' con ideas afines e inclinados a doblar o romper las reglas podría exacerbar los riesgos geopolíticos", aseguran.

Además, "puede intentar deshacer muchas iniciativas de Biden", aunque desde Berenberg esperan "una desregulación menor" que en su anterior mandato, "especialmente para las pequeñas y medianas empresas, y un cambio en la inversión verde y limpia hacia los combustibles fósiles".

"Sumado al gasto adicional y al empeoramiento de la falta de disciplina fiscal, esto puede ser marginalmente expansivo para el crecimiento estadounidense en el corto plazo con costos potencialmente enormes a largo plazo", explican.

EL IMPACTO EN EUROPA

El efecto de un segundo mandato de Trump no quedaría limitado a las fronteras de EEUU, y en la firma de análisis consideran que "podría tener un impacto mayor en Europa" que en su propio país, puesto que "un mayor proteccionismo y el riesgo de una guerra comercial con EEUU perjudicarían más a una Europa orientada a las exportaciones" que al país norteamericano.

"Más importante aún, Europa puede tener un encuentro aleccionador con la realidad. No nos sorprendería que Trump recortara la ayuda estadounidense a Ucrania, a menos que Europa pague por todas las armas estadounidenses para Ucrania. La UE y sus países miembros ya son, con diferencia, los mayores donantes de Ucrania. Pero pagar todas las armas estadounidenses avanzadas que Ucrania necesita para impedir una victoria rusa y asumir casi todos los costes de la reconstrucción ucraniana podría poner a prueba la cohesión de Ucrania", detallan.

Más limitado esperan que sea el efecto sobre los mercados, en los que podría favorecer "un dólar estadounidense ligeramente más fuerte si los riesgos geopolíticos impulsan algunos flujos de refugio hacia Estados Unidos".

También incentivaría un "fin más temprano de los recortes de tipos de la Fed y unos rendimientos de los bonos ligeramente superiores" a los proyectados por Berenberg.

"En medio de una mayor incertidumbre geopolítica, Europa podría inicialmente tener un desempeño inferior al de los mercados de riesgo estadounidenses. Necesitamos vigilar estos riesgos", aseveran.

"UN LEVE ATAQUE DE NERVIOS" PARA LAS BOLSAS

Por su parte, el director de inversión de AJ Bell, Russ Mold, destaca que "un estudio de las votaciones posteriores a 1945 muestra que el mercado de valores estadounidense tradicionalmente sufre un leve ataque de nervios en el último año de una presidencia, ya que, en promedio, es el año más débil, si se utiliza el Dow Jones Industrials como punto de referencia".

"Los inversores tampoco deberían olvidar que Trump era percibido como un riesgo para los mercados antes de su elección en 2016, gracias en particular a sus políticas comerciales y de relaciones internacionales, solo para que las acciones estadounidenses disfrutaran de fuertes ganancias durante su mandato", destaca.

Sin embargo, las acciones presidenciales no serán el único catalizador de los mercados, para los que "la política de la Reserva Federal será un factor enorme". En este sentido, Mold recuerda que "el banco central es independiente, aunque algunos pueden verse tentados a argumentar que cedió a la presión presidencial de Donald Trump cuando impulsó tres recortes de tasas de interés en 2019".

"Además, las ganancias corporativas y especialmente los flujos de efectivo impulsan las valoraciones de las acciones a largo plazo, y son en gran medida (aunque no exclusivamente) el resultado del ciclo económico más amplio", destaca.

La disputa presidencial tendrá cada vez más impacto en las bolsas a medida que se acerque la votación, y es que "aunque los mercados financieros están más preocupados en este momento por la política de la Reserva Federal de Estados Unidos, la inflación y los acontecimientos en el Medio Oriente, pronto comenzarán a interesarse más en la carrera hacia la Casa Blanca".

"Una repetición de la contienda Biden-Trump de 2020 está en juego según las primeras encuestas de opinión y, si resultan precisas, Estados Unidos obtendrá su primera revancha presidencial desde 1956. Biden bien puede acoger con agrado ese precedente, ya que fue entonces cuando Dwight Eisenhower venció a Adlai Stevenson por la segunda vez para retener la presidencia", concluye.

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