Los embajadores de EEUU en Moscú y de Rusia en Washington volverán a sus destinos
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el de Rusia, Vladímir Putin, han llegado a un acuerdo para el retorno de los embajadores que habían sido expulsados de los respectivos países y para el inicio de conversaciones sobre ciberseguridad, según ha anunciado Putin al concluir la cumbre celebrada este miércoles en Ginebra, que se ha prolongado durante de cerca de cuatro horas.
En la rueda de prensa posterior, Putin ha calificado la jornada de “constructiva” y ha asegurado que no había habido “ninguna hostilidad, al contrario”, aunque el resto de la comparecencia ha mostrado la distancia entre ambos países. Ha tenido, por otra parte, palabras para Biden, a quien ha calificado de “equilibrado”, “profesional”, “muy experimentado”.
La Casa Blanca y el Kremlin han avanzado que estaban previstas entre cuatro y cinco horas de reunión, tras las cuales, cada uno ha dado una rueda de prensa por separado ante los periodistas de sus respectivas delegaciones. El debate ha girado en torno a a la ciberseguridad. La infiltración y asedio a equipos informáticos de Gobiernos, por una parte; y la delincuencia de grupos que secuestran datos de empresas y piden cifras millonarias como rescate, por otra.
Washington ha acusado a Moscú no solo de la gran operación de injerencia electoral de 2016, sino también de penetrar en las entrañas de la Administración estadounidense, como los ordenadores del Departamento del Tesoro, tal y como ha ocurrido con el caso Solarwinds de la primavera pasada.
De forma deliberada, la Administración de Estados Unidos ha evitado concretar los objetivos de la cumbre, más allá de sentar las bases de una “predictibilidad y racionalidad” en la relación con Rusia, y se ha ocupado de rebajar las expectativas.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado tras la cumbre que los embajadores de EEUU en Moscú y de Rusia en Washington, John Sullivan y Anatoli Antónov, respectivamente, van a regresar a sus lugares de trabajo próximamente, tal y como informa EFE.
Las tensiones entre el Kremlin y la Casa Blanca se habían disparado en marzo después de que el presidente de EEUU llamara "asesino" a Putin, tras lo cual Moscú llamó a consultas a Antónov, y recomendó al responsable de la legación estadounidense que abandonara el país.
El Kremlin respondió, entonces, con medidas similares. Tras incluir a EEUU en una lista de "países inamistosos", que ha implicado que Washington no va a poder contratar a personal local para sus representaciones diplomáticas en territorio ruso, recientemente ha limitado el movimiento de diplomáticos estadounidenses en territorio ruso.
"Con respecto al regreso de nuestros embajadores a su lugar de trabajo, el de EEUU a Moscú y el nuestro a Washington, hemos acordado que vuelvan a sus labores", ha señalado Joe Biden tras el encuentro.