Para no ensombrecer la visita, Francia ha preferido suspender la cita antes que no servir vino.
Francia ha recibido al presidente iraní, Hasán Rohani, con el objetivo de simbolizar el deshielo en las relaciones del país asiático con Europa y de lograr suculentos contratos allí.
Tal y como informa el Huffington Post, por la importancia del hecho, y para asegurarse de que nada ensombrece el paso de Rohani por París, sus anfitriones han decidido evitar la celebración de la tradicional comida con la que se suele agasajar a los jefes de Estado antes que renunciar a ofrecer vino a los comensales. También era exigencia iraní servir carne halal.
El gobierno italiano sí ha retirado el alcohol de su mesa como signo de cortesía
El consumo de alcohol es algo grave en Irán, cuyo Ministerio de Cultura acaba de prohibir la palabra "vino" de los libros partiendo de la base de que es uno de los elementos de "invasión cultural" de Occidente en su país.
Sin embargo, Italia sí ha decidido hacer ese gesto de cortesía a Irán: El Gobierno italiano ha optado por no servir bebida alcohólica alguna en la cena e incluso se han cubierto las estatuas con desnudos para no provocar ningún problema.
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FIN DE GIRA EN PARÍS
Más allá de lo anecdótico del vino y de la suspensión de esta cita, Rohaní llegó el miércoles a París, recoge el Huffington Post, donde ya se ha reunido de manera informal con una delegación de los más importantes empresarios franceses y con el ministro galo de Economía, Emmanuel Macron.
Su reunión con el presidente francés, François Hollande en el Palacio del Elíseo es la primera de un líder iraní desde hace 17 años.
El viaje de Rohaní estaba en un principio previsto para el pasado 17 de noviembre, pero se suspendió por los atentados yihadistas del 13-N en París y Saint Denis.
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