El 29 de enero también se escenificará "una toma de control del Parlamento sobre el proceso del Brexit"
A pesar de la intensas turbulencias de la política británica que sigue sin aclarar qué dirección tomará el Brexit, la libra encadena un mes y medio de ganancias y se aprecia un 4,5% contra el dólar y un 4,9% contra el euro. A 60 días escasos de que se active el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, por el que Reino Unido abandonará el bloque comunitario, la moneda sigue desafiando la pelea en la Cámara de los Comunes sobre el Tratado de Retirada que engulle el poco tiempo que le queda al Parlamento británico para evitar el desastre de una salida sin acuerdo y que volverá a escenificarse el 29 de enero.
El mercado cada vez tiene más descontado que el país esquivará de una manera u otra la bala del llamado Brexit duro y que el desenlace suavizará aún más las condiciones del divorcio, si no es que al final Londres decide permanecer en el club europeo al que ha pertenecido durante cuatro décadas. Y los expertos coinciden en señalar en que ante tales eventos, la libra seguirá con su escalada hasta añadir “un 10% en el medio plazo”, indican los economistas de Berenberg”.
Pero el futuro inmediato pasa por una nueva votación de los parlamentarios el martes que, en esta ocasión, deberán decidir si respaldan el ‘plan B’ que la primera ministra británica, Theresa May, presentó el 21 de enero. Los críticos con la cerrajón de la ‘premier’ a explorar vías alternativas como un segundo referéndum o pedir una prórroga a la Unión Europea (UE) han cargado contra esta nueva propuesta que es un calco de la anterior que salió ampliamente derrotada en la Cámara de los Comunes el 15 de enero. Pero May se ha guardado un as en la manga con el que espera convencer a sus socios de la DUP irlandesa: renegociar la cláusula sobre Irlanda del Norte.
La primera ministra confía en poder debatir con Bruselas la polémica salvaguarda para evitar una frontera entre las dos Irlandas (el llamado 'backstop'). Así, su objetivo es obtener de los Veintisiete un compromiso que ponga una fecha límite a esta situación con el fin de que el país no se quede atrapado en una unión aduanera rechazada por los 'brexiters'. Los unionistas irlandeses parece que ven con buenos ojos esta iniciativa.
No obstante, este posible apoyo no es sólo lo que bombea la libra, que ha dejado máximos de dos meses. El 29 de enero también se escenificará "una toma de control del Parlamento sobre el proceso del Brexit", explican desde Berenberg. En esta sesión parlamentaria se votarán una serie de enmiendas encaminadas a que la Cámara Baja fortalezca su influencia sobre el Brexit. Los analistas de la entidad germana creen que la Cámara de los Comunes "puede hacerse con la habilidad de forzar a May a pedir más tiempo a Bruselas si no el Parlamento no aprueba un acuerdo antes del 26 de febrero".
Opinan que la enmienda de la diputada laborista Yvette Cooper, la cual obligaría a la 'premier' a solicitar una extensión del plazo de salida de la UE, es la que tiene más posibilidades de salir adelante. Asimismo, los diputados también debatirán si obligan a que el Gobierno acepte una alternativa al plan de la mandataria, incluyendo un segundo referéndum. "Si una mayoría parlamentaria respalda estas proposiciones el riesgo de que Reino Unido salte al vacío sin paracaídas retrocederá", aseguran.
PREVISIONES PARA LA LIBRA
En resumen, al término de la sesión parlamentaria, "es posible que los diputados hayan eliminado el riesgo de un Brexit duro en marzo, lo que significa buenas noticias para la libra", agregan por su parte desde Rabobank. Sin embargo, "si se aprueba esta enmienda, aumentará el riesgo de que la disputa política continúe durante meses y se continúe erosionando la economía del país", agregan, por lo que no varían su previsión de que, contra el euro, la libra cotice en 0,87 unidades a tres meses vista.
Los analistas de Pantheon Macroeconomics son más optimistas y prevén "una gran recuperación de la libra este año, a medida que la prima de riesgo del Brexit disminuya". Su previsión es que en el corto plazo, la libra se cambie en 1,35 dólares para cerrar el año en los 1,40 dólares.