El consejero de la empresa aumenta su participación hasta el 0,014% del capital
Pedro Sainz de Baranda, ex presidente mundial de la empresa de ascensores Otis y consejero de Gestamp, ha comprado 80.000 acciones de la compañía a 6,50 euros, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Sainz de Baranda, que hasta ahora no controlaba acciones de Gestamp, alcanza una participación del 0,014% en el capital de la compañía, cuyas acciones caen ligeramente en bolsa (-0,3%, 6,49 euros).
La familia Riberas es el accionista de control de Gestamp, fabricante de componentes para automóviles especializado en la técnica de estampación en caliente, con una participación en el capital del 71,27%, articulada a través de su sociedad Acek Desarrollo y Gestión Industrial.
El grupo registró un beneficio neto atribuido de 288,07 millones de euros durante el pasado ejercicio, lo que supone un aumento del 11% respecto a 2016. El beneficio atribuible a los accionistas ascendió a 240 millones, un 8,3% más.
Gestamp facturó durante el año pasado 8.202 millones de euros, un crecimiento del 8,6%. Además, superó en más de seis veces el crecimiento registrado por el volumen de producción en las zonas en las que está presente.
En cuanto al EBITDA, ascendió a 890 millones de euros, un 5,8% más. A tipo de cambio constante, el crecimiento habría sido del 8,8%. Su deuda neta asciende a 1.898 millones de euros al término de 2017, cerca de dos veces el EBITDA del grupo.
Por regiones, Gestamp incrementó sus ingresos un 40,1% en Mercosur, hasta los 562 millones de euros, y un 21,4% en Europa del Este (1.043 millones de euros). En Europa Occidental, los ingresos crecieron un 8,3% (4.011 millones de euros), mientras que en Asia aumentaron un 6,2% (1.102 millones de euros).
En cambio, el grupo redujo sus ingresos en América del Norte un 4,1%, hasta los 1.483 millones de euros, “en consonancia con las expectativas”. La región se vio impactada por el cambio en programas de gran envergadura, lo que derivó en volúmenes más bajos en algunos modelos en Estados Unidos y México, aunque también por el tipo de cambio y unos menores ingresos en el negocio de matricería.