El banco declaró esta misma semana que había superado el 3% del banco catalán
Blackrock, el fondo de inversión estadounidense más importante del mundo, sigue comprando más acciones de Caixabank y ha alcanzado ya el 3,196% del capital del banco catalán.
El pasado martes, Blackrock declaró a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una participación del 3,029%. Un movimiento importante porque controla participaciones en casi todos los bancos cotizados españoles, pero hasta ahora no había declarado ninguna participación en Caixabank. Otro fondo americano, Invesco, es el tercer accionista del banco con el 1% del capital.
La participación de Blackrock estaba estructurada a través de un paquete de 172,37 millones de acciones, que suponía el 2,882% del capital. Ahora, el fondo comunica que posee 181,62 millones de acciones (3,03% del capital), por lo que ha comprado casi 10 millones de títulos en apenas un par de días.
Este paquete de títulos tiene un valor de mercado de 708 millones de euros, ya que Caixabank sube un 0,2% en bolsa, hasta 3,90 euros. Su capitalización bursátil supera los 23.400 millones de euros. Además, Blackrock mantiene en préstamo a inversores bajistas un paquete de 9,58 millones de acciones (anteriormente 8,8 millones), que suponen el 0,16% del capital.
En los últimos meses, La Caixa ha ido reduciendo su participación en Caixabank hasta el 40% del capital para cumplir con las exigencias regulatorias de la Unión Europea. El proceso de desinversión fue completado el pasado 6 de febrero, cuando Criteria Caixa, el holding inversor de la Fundación Bancaria La Caixa, vendió el 5,322% del capital de la entidad por 1.068 millones de euros, a un precio por acción de 3,3572 euros.
Criteria, que está controlada en un 100% por La Caixa, debía reducir su participación al 40% para desconsolidar de sus cuentas Caixabank antes de finalizar el presente ejercicio. Fue la condición impuesta por el BCE y que fue cumplida con esta última operación.
De esta manera, Criteria no tendrá que cumplir los requisitos de capital que el BCE establece para las entidades financieras. También fue el BCE el que obligó a La Caixa a que separase la presidencia del banco y de su accionista de control.