La medida no tiene en cuenta la inflación
La subida de impuestos a la venda de vivieras de segunda mano no ha gustado a nadie. La reforma fiscal castiga estas transacciones, especialmente para inmuebles adquiridos antes de 1995 y el Ejecutivo de Mariano Rajoy, si bien no se plantea retirarla, sí estudia implementar alguna medida que lo suavice.
Explica ABC que el PP podría presentar una enmienda en el Senado, o pactar alguna medida con los grupos de la oposición para suavizar este alza fiscal y que de alguna manera se tenga en cuenta el impacto de la inflación en los beneficios obtenidos.
El rotativo recoge que la reforma no tiene en cuenta el impacto de la subida del precio del dinero: un millón de pesetas del año 1980 (6.000 euros), no tienen el mismo valor entonces que hoy.
Es una injusticia tributaria
Este, según ABC, es el principal problema de la medida ya que no se va a gravar la ganancia real que obtienen los contribuyentes, sino un patrimonio ficticio. Algunos incluso califican la medida de “barbaridad contable” y de “injusticia tributaria”.
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