El banco se desplomó un 17,9% este jueves, con lo que ya pierde un 45% en el año y un 69% desde que anunció la última ampliación
Como toda historia, la de Banco Popular tendrá ganadores y perdedores. Tanto si acaba en ampliación, como si lo hace en venta o, incluso, en intervención pública. Aunque la historia siempre la escriben los ganadores, en este caso está clara la conclusión. Hay fondos que han perdido mucho -algunos ya no tienen posiciones, al haber vendido semanas atrás-, mientras otros se frotan las manos cada vez que hay un derrumbe del valor de la entidad que preside Emilio Saracho, como sucede hoy.
Este jueves las acciones cayeron un 17,9%, después de dejarse un 6,31% el miércoles, después de conocerse que Bruselas vigila Popular. O lo que es lo mismo una pérdida de valor de 300 millones de euros en una sesión. Las cifras son aún más sangrantes en la comparativa desde el 26 de mayo, fecha en la que anunció una ampliación de capital de 2.505 millones de euros. Desde aquel momento pierde un 79%. Este viernes las acciones han vuelto a desencadenar una ola de ventas que hunden el valor un 17,4% adicional tras la comparecencia del ministro Íñigo Méndez de Vigo en el Consejo de Ministros en el que asegura que ha querido transmitir "tranquilidad" ante posibles "eventualidades".
El equipo comandado entonces por Ángel Ron completó con éxito la operación. Antes de ello, cotizaba con un valor en bolsa superior a los 4.300 millones de euros. Ahora su valor bursátil se limita a 1.700 millones de euros con el cierre de este viernes, convirtiéndose en el valor de menor tamaño del Ibex 35.
Banco Popular ha borrado con su evolución en bolsa un total de 4.500 millones de euros de capitalización desde el 26 de mayo de 2016
Pero incluso esta hemorragia deja ganadores. Principalmente, los bajistas, inversores que apuestan contra la evolución de un activo, en general, con el alquiler de acciones. El agregado de posiciones cortas ya era elevado antes de la ampliación del año pasado, con un 6,21% del capital. Estos inversores, normalmente ‘hedge funds’ norteamericanos y británicos, olían sangre. Y tuvieron razón. La presión se disipó con la ampliación -y recogida de beneficios- hasta caer al 2,74% en julio, una tregua que duró poco. Las posiciones cortas han ido aumentando hasta superar el 12%, sólo menos que en DIA.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) publica los nombres propios de los bajistas que superan el 0,5% del capital. En el caso de Banco Popular hay siete inversores, que rebasan ese umbral. El más agresivo es Marshall Wace, que también es uno de los que más premio ha tenido. El fondo de cobertura británico mantuvo la presión con la llegada de Emilio Saracho. Su posición corta ha oscilado desde diciembre entre el 2,92% y el 1,62%. En la última actualización atesora un 1,99%.
El resto de los ‘cortos’ ha ido incrementando su posición. El segundo con mayor inversión bajista es Samlyn Capital, con un 1,8%; le sigue Oceanwood Capital Management, accionista de Liberbank con un 10,266%, pero que tiene un 1% de Popular apostado contra el banco; Lansdowne, con un 0,9%; y PDT Partners, con un 0,51%.
Otros dos fondos han ganado con el desplome de Popular, aunque la tendencia es diferente al resto. Uno es AQR Capital Management, un ‘hedge fund’ de Connecticut (Estados Unidos) que es uno de los bajistas con más presencia en el capital de las cotizadas españolas. En Popular fue el más agresivo con un 3,5% del capital cuando el consejo eligió a Saracho para sustituir a Ron. Desde entonces ha ido replegándose hasta el 0,74% actual, con lo que ha disminuido las ganancias que podría haber tenido.
Por su parte, BlackRock está entre los ganadores y los perdedores. O, mejor dicho, parte de la amplia lista de fondos que ofrece la mayor gestora del mundo por volumen de activos. Algunos vehículos del gigante norteamericano tienen en conjunto una posición corta del 0,7%. A su vez, la firma aparece como uno de los principales accionistas, aunque ha reducido su participación del 4,09% al 1,775% esta semana. Asimismo, tiene un 0,788% prestado. Hace dos semanas, cuando poseía más de un 4%, tenía alquilado un un porcentaje que se elevaba al 2,97% hasta que les reclamó 83 millones de acciones prestadas.
PÉRDIDAS ABULTADAS
Entre los perdedores con la evolución de Popular hay tanto un nutrido número de accionistas minoritarios como inversores institucionales. El banco tiene más de 300.000 accionistas, con más de 4 millones de títulos en circulación. Estos accionistas necesitarían que el precio de la acción subiera más de un 300% para recuperar el valor del 25 de mayo de 2016. Tendría que subir cerca de un 3000% para volver a niveles de máximos históricos en 2007.
Los minoristas deben decidir entre tener paciencia y esperar que una operación de venta alivie las pérdidas que acumulan actualmente desde cualquier punto en el que compraran -el banco cotiza en mínimos de 30 años-, o arriesgarse a que continúe la sangría hasta acabar en ampliación o intervención. El único alivio posible para estos inversores, si afloran minusvalías al vender con pérdidas, es aligerar la carga fiscal en la declaración de la renta en caso de que tengan otras inversiones con las que deban tributar sus beneficios.
Para los inversores institucionales la decisión pasaba por esperar un rebote o salir antes de que caiga más -aunque el daño es menor, por la diversificación-. Varios fondos de inversión han pasado por el capital de Popular durante el último año, horrible para la historia del que antes de la crisis estaba considerado como una de los bancos más rentables y eficientes de Europa por su negocio con las empresas y algunos colectivos.
En la última actualización de la CNMV -del primer trimestre- todavía había más de una decena de fondos de inversión españoles en el capital de la entidad que preside Saracho y que, al menos por ahora, no han comunicado ninguna desinversión (ver cuadro). En este sentido, dos fondos de Santander Asset Management lideran las inversiones. El Santander Acciones Españolas, con casi 20 millones de euros, y el Santander Small Caps España, con 7,6 millones.
En el primero, la exposición del fondo gestionado por José Antonio Montero de Espinoza es del 1,7%. El vehículo, que ha recuperado las cinco estrellas Morningstar -máxima calificación por rentabilidad y riesgo frente a sus competidores-, es el más grande en bolsa española de la industria con 1.145 millones de euros, y acumula una rentabilidad del 16% en 2017.
El impacto negativo también es reducido en el producto de pequeñas y medianas empresas españolas de Santander AM, que administra Lola Solana y que gana este año un 17,5%. El patrimonio es de 575 millones de euros, mientras que el peso en esta cifra de Popular se diluye al 1,7%.
El siguiente producto del ranking, ordenado por la inversión en Popular, es el Global Allocation de Renta 4, con una inversión de 3,9 millones que equivalía, al cierre del primer trimestre, al 6,5% de la cartera. No obstante, ya no tienen participación. "Aunque compute para el próximo mes, avanzaros que tras las últimas noticias publicadas sobre el Banco Popular, hemos desecho toda la posición. Nos vamos con el rabo entre las piernas. Cada día está más feo", aseguraron los gestores del fondo, Francesc Martín y Luis Bononato, en el informe de marzo. Por su parte, el Santander Small Caps Europa poseía acciones valoradas también en 3,9 millones de euros, que en este caso suponían el 1,8% de la cartera.
El Okavango Delta y el Kalahari, dos fondos de Abante gestionados por José Ramón Iturriaga, están posicionados desde hace tiempo. Su apuesta actual es la venta del banco con beneficios para los actuales accionistas, según explicó en una entrevista con ‘Bolsamanía’. El desempeño de las acciones del banco ha ido reduciendo su peso en la cartera, que gestiona 80 millones en el Okavango, donde la entidad pesaba un 3,7% en marzo; y 48 millones en el Kalahari, con una exposición del 1,8%. El retorno de estos productos es del 13% y del 4% respectivamente este año.
El Sabadell España Bolsa, el Merchfondo, el Rural Mixto 25, el Rural Renta Variable España, el Belgravia Épsilon, el Bankia Bolsa España y el Ibercaja Bolsa también tienen inversiones en Banco Popular, además de algunos fondos indexados al Ibex 35, según las estadísticas de Finect. Asimismo, según esta base de datos, destacan dos sicavs. Una de ellas es Noria Investment&Management, de Gesiuris, con una inversión tras el primer trimestre de 2,6 millones de euros que ascendía al 2,4% del capital. La otra es Ajram Capital, una sicav “con alta vinculación al gestor Josef Ajram Tarés”, según figura en el folleto publicado en la CNMV, un famoso trader y autor de varios libros. El vehículo incorporó a Banco Popular en el primer trimestre -datos a 31 de marzo-, con una inversión de 637.000 euros que equivale al 5,92% de la cartera. "No es un valor en el que confiemos. Lo tuvimos 72 horas como mucho para hacer 'trading, como ahora desde hace 32 horas'", explica Ajram a 'Bolsamanía'.