El presidente electo de EEUU ha puesto el foco del mercado en este sector
El gasto en infraestructuras ha sido una de las promesas latentes de Donald Trump en su campaña electoral para llegar a la Casa Blanca. El presidente electo prometió una inversión de más de 500.000 millones de dólares, lo que podría beneficiar a corto, medio y largo plazo a muchas empresas del sector.
Trump ha prometido menos impuestos y más inversiones, con una política fiscal expansiva que pretende financiar con más deuda pública, a pesar de que ésta ya alcanza el 105% del PIB y de la postura reacia históricamente de los republicanos, que tienen mayoría en el Congreso, para que esto suceda.
No obstante, los expertos sí dan la razón a Trump en la necesidad de invertir en infraestructuras, algo que también prometió su rival Hillary Clinton. “Las infraestructuras estadounidenses están actuando como un freno para el crecimiento del PIB tras varias décadas de escasa inversión”, opina Ángel Agudo, gestor de fondos de renta variable estadounidense de Fidelity.
Las infraestructuras estadounidenses están actuando como un freno para el crecimiento del PIB tras varias décadas de escasa inversión
Este experto considera que aunque muchas empresas de ingeniería o materiales de construcción ya tienen reflejado esta proyección en precios, “surgirán oportunidades en las próximas semanas”. “Los stocks industriales que mantienen la infraestructura civil probablemente se beneficiarán de mayores oportunidades para proyectos gubernamentales”, agrega James Butterfill, director de análisis y estrategias de ETF Securities.
En el amplio universo de fondos de inversión internacionales accesible para el inversor español a través de plataformas de arquitectura abierta, hay productos especializados en tomar posiciones en empresas ligadas directamente a las infraestructuras. Entre todos estos productos, hay tres que acumulan rentabilidades de más del 10% en el acumulado del año.
El más exitoso en 2016 es el Aberdeen Emerging Markets Infraestructure Equity, un producto con un patrimonio de 240 millones de euros que busca exponerse a la necesidad de incrementar su inversión en infraestructuras en las economías en vías de desarrollo, pero sin posiciones en Estados Unidos.
ACCIONES ESTADOUNIDENSES FAVORITAS
El segundo del ranking es el Morgan Stanley Investment Funds Global Infraestructure, con un volumen de activos de 700 millones y exposición de más del 40% a Estados Unidos. El producto, recomendado por el director de análisis y estrategia de Profim, José María Luna, y con cinco estrellas Morningstar (máxima calificación posible atendiendo a su evolución en rentabilidad y riesgo), revaloriza su valor liquidativo este año un 12%. Sus apuestas más fuertes en renta variable norteamericana son el proveedor de energía Enbridge Energy, los gestores de infraestructuras de comunicaciones inalámbricas American Tower y Crown Castle, la energética Pattern Energy, y la gasista y eléctrica PG&E.
El tercer vehículo que supera el 10% este año, también con cinco estrellas Morningstar y 500 millones de euros de patrimonio, es el First State Global Listed Infraestructure Fund. El 50% de la inversión del vehículo está en acciones estadounidenses, entre las que destacan también PG&E y Crown Castle, el conglomerado ferroviario Union Pacific, la firma de refinamiento de petróleo Kinder Morgan, y las energéticas Eversource, NextEra Energy y Dominion Resources.
Entre los fondos con este universo de inversión, también destacan otras dos recomendaciones de Luna: el Deutsche Invest I Global Infraestructure y el Franklin Global Listed Infraestructure. En la cartera del primero, con una exposición a Estados Unidos del 49%, sobresalen las energéticas Sempra Energy, PG&E Corp y Eversource Energy, así como nombres también ya repetidos como Kinder Morgan, American Tower o Crown Castle International.
Por su parte, el producto de Franklin Templeton tiene un 41% de su inversión en bolsa estadounidense. Nuevamente, aparece NextEra Energy. Además, añade la energética Duke Energy.