Crece la demanda de productos con términos económicos, sociales y medioambientales sostenibles
Lo sostenible está de moda. Sin embargo, y pese a los incentivos del Banco Central Europeo (BCE), parece que la financiación para proyectos sostenibles no termina de calar en España, donde apenas tres de cada diez bancos ofrecen préstamos con criterios verdes. Y eso, pese a que la Comisión Europea se muestra partidaria de que sea el sector financiero el que más se involucre en apoyar las inversiones que cumplan con ciertos aspectos de sostenibilidad.
La compra de un vehículo eléctrico o mejorar la eficiencia energética de la vivienda son dos de las finalidades para las que los bancos ofrecen en mayor parte sus créditos verdes a particulares. De las entidades que lo hacen, casi el 86% van destinados a lo primero y más de un 57% a lo segundo. Mientras, cerca de un 29% de los préstamos de este tipo que se conceden son para la adquisición de electrodomésticos ecológicos.
Son los datos recogidos por el comparador financiero HelpMyCash.com, que calculan que, de media, el coste de estos préstamos verdes se sitúa en el 4,8%. Supone un porcentaje bastante por debajo del de los créditos al consumo comunes que, según el Banco de España, ahora está en el 8,3%. Entre el resto de condiciones está una comisión que suele rondar el 1% y el importe máximo de unos 72.500 euros.
Para que un préstamo se considere verde es necesario que su fin sea promover la sostenibilidad medioambiental, pero además tiene que estar calificado como tal por un organismo externo, como explican en BBVA. Es decir, se trata de productos, relativamente nuevos, que ofrecen a los clientes mejores condiciones en el caso de que sean utilizados para algo que, en el fondo, implique algún beneficio para el medio ambiente, señalan en iAhorro.com.
A mediados de 2021, con el objetivo de incentivar la concesión de este tipo de préstamos, el BCE bonificará con hasta un 25% en los requerimientos de capital de primera calidad a todos los bancos que concedan financiación a proyectos sostenibles y ecológicos, según una normativa aprobada este pasado verano. Esto supone una menor exigencia en materia de solvencia para las entidades que ofrezcan estos créditos.
Más común es encontrarlos para la financiación de empresas. En este caso, lo ofrece casi el 35% de las entidades. Al contrario que en los préstamos verdes destinados a la compra de una vivienda, donde apenas uno de cada diez bancos los tiene entre su oferta. Así, aunque de manera muy residual, las hipotecas verdes están empezando a hacerse un hueco a la espera de que se definan unos criterios comunitarios que les permitan despegar, apuntan en Idealista.