Los bajos intereses elevan el peso de los contratos fijos en el mercado hipotecario
La tendencia no es nueva. Pero sí es relevante por los registros que está alcanzando. Las hipotecas a tipo fijo, residuales en el mercado español hasta hace apenas un año, continúan ganando peso a pasos agigantados. En marzo, el 35,4% de todos los contratos ya se firmó con un interés fijo, un registro sin precedentes.
Este dato, publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), lleva un poco más allá el de febrero, cuando la proporción de hipotecas fijas se situó en el 34,4%. Y aún hay más, porque si se centra el foco sólo en las hipotecas sobre viviendas, y no en todas las fincas, la proporción crece hasta el 38,5%, frente al 38,3% de febrero.
La auténtica dimensión de estas cifras se observa por la comparación con las referencias a otros años. De las hipotecas constituidas en marzo de 2016, sólo el 12,4% se firmaron con un interés fijo, pero es que un año antes, en marzo de 2015, esa proporción se limitaba al 6,8%. Este dato, un peso situado entre el 5% y el 7%, era la norma; la excepción es lo de ahora.
El creciente protagonismo de las hipotecas fijas en el mercado español se consolida con otro dato. Según el INE, en marzo se revisaron las condiciones de los tipos de interés en 3.801 hipotecas. Estas modificaciones condujeron a que el porcentaje de las hipotecas fijas creciera del 8,6% al 15,1% -de 327 a 573 de esas 3.801 hipotecas-. Es decir, los hipotecados solicitaron cambiar las condiciones de sus contratos para pasarlos de variables a fijos. Este cambió se saldó con que el interés medio de los contratos se redujo de media del 4,6% al 3,1%.
TODOS GANAN
El 'boom' de las hipotecas fijas cuenta con un catalizador fundamental: los bajos tipos de interés. Con los oficiales en el 0%, con los de depósito en el -0,40% y con el euríbor en negativo -cerrará mayo en el -0,127%-, sólo era cuestión de tiempo que la fisonomía del mercado hipotecario español cambiara. Y lo está haciendo, con el incremento de las hipotecas fijas como exponente, porque las partes implicadas así lo desean.
Por un lado, los bancos, que encuentran en la promoción de las hipotecas fijas una vía de ingresos seguros con la que luchar contra esos tipos tan bajos y, sobre todo, contra el euríbor en negativo. Asumen que los intereses de las hipotecas fijas son muy inferiores a los del pasado, pero también entienden que de ese modo se protegen de la anomalía que representan los tipos negativos.
Y por otro, los hogares, que intentan 'cazar' las extraordinarias condiciones financieras actuales. Conscientes de la larga vida de una hipoteca, consideran que los intereses actuales permiten atar unos contratos al 2% o el 3% para toda esa vida y borrar así el riesgo de los tipos de interés. O lo que es lo mismo, sacrifican el corto plazo -aprovecharse del euríbor actual con un contrato variable- por el largo plazo -asegurarse un tipo bajo, desde una perspectiva histórica, y protegerse de la futura subida del euríbor-.