Cada vez son más los establecimientos que ofrecen a sus clientes financiación directa
Contratar un préstamo para financiar las compras y pagarlas cómodamente en varios meses o años se ha vuelto prácticamente imprescindible para muchos españoles. Cada vez son más los establecimientos que ofrecen a sus clientes financiación directa, sin necesidad de tener que solicitar un crédito a través de una entidad. Tiendas y bancos anuncian préstamos al 0% de interés, pero antes de decidir dónde contratarlos conviene leer con atención la letra pequeña, ya que el coste final suele dispararse.
La opción más cómoda es pedir financiación directamente a la tienda. Muchos de estos establecimientos, especialmente los más importantes, permiten pagar a plazos, una opción que puede venir bien si se tienen ahorros suficientes para afrontar la adquisición. "De hecho, hay tiendas que ni siquiera nos cobrarán intereses. Ahora bien, debemos leer bien la letra pequeña de estas ofertas, pues es posible que sí nos apliquen comisiones o que el tipo aplicado solo sea del 0% si devolvemos el dinero en poco tiempo. También tenemos que vigilar para que no nos cuelen ningún seguro voluntario", explican desde el comparador financiero HelpMyCash.
Otro método para financiar las compras es pedir un crédito a una entidad bancaria o a un establecimiento financiero de crédito. "En este caso, se nos cobrarán intereses sí o sí, aunque si este es bajo, es posible que el préstamo nos salga más a cuenta que el que nos ofrezca la tienda", añaden. En definitiva, lo importante es comparar las ofertas de financiación. Para ello, habrá que mirar más allá del tipo de interés nominal, el TIN, y fijarse en la tasa anual equivalente, la TAE, ya que en ese porcentaje se indica el coste total del crédito. Con ello, el consumidor puede decidir con qué financiera pagará menos tanto mensualmente como en total.
HUIR DE LOS MINICRÉDITOS
Lo que seguro que saldrá más caro al usuario es contratar un minicrédito. Se presentan en el mercado con todo tipo de reclamos, como conceder el primer préstamo a coste cero o con la posibilidad de disponer el dinero en cuenta en plazos rápidos de hasta 24 y 48 horas. A pesar de que en muchas ocasiones puede parecer la mejor opción al ser préstamos de pequeñas cantidades a devolver en plazos muy cortos, sus precios alcanzan unas TAE superiores al 3.000% de media y han subido con respecto a 2020.
Los intereses asociados a los populares créditos rápidos o minicréditos alcanzan en el mercado, de media, un 409,6% de tipo de interés, lo que equivale que un préstamo de 300 euros pedido a un mes cuesta hasta 103 euros. La TAE media, o precio real, en este caso, se dispara al 3.478%, según ha podido comprobar Asufin en su barómetro. Además, en el último año, se han encarecido. Han pasado de un pago de intereses de 96 euros, en 2020, a 103 euros, ahora. En términos de TAE y con plazo de 30 días y cuantía de 300 euros, el más habitual, ha pasado del 2.770,6% al 3.436,8%.
Destacan que mayor subida experimenta el préstamo de 900 euros disponible en un día, producto pensado para adelantos de nómina, que sube su tipo de interés del 370%, de 2020, hasta el 2.010%, ahora. Si calculamos su precio, la TAE se dispara a los 14 dígitos, y pasamos de pagar 8,97 euros de intereses a 53,75 euros. "En la medida de lo posible, es siempre recomendable acudir al circuito convencional del préstamo, con tipos de interés más reducidos, del 7% al 8%. De igual forma, evitar una exposición a la deuda excesiva que se manifiesta en la necesidad de tener que pedir un préstamo para pagar otro", afirman desde la asociación de consumidores.