Dónde invertir el Gordo de la Lotería de Navidad para no perderlo todo en cinco años

Tres cuartas partes de los ganadores tienen menos dinero un lustro después de ganar un premio

Irene Hernández
Bolsamania | 18 dic, 2019 06:00 - Actualizado: 18:05
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Llega el tradicional Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad y con él la ilusión de todos los años: ser agraciado con los 400.000 euros al décimo del Gordo o, por lo menos, con alguno de los premios que en total suman 2.380 millones de euros. Pero no saber gestionar bien el dinero ocasiona consecuencias. De hecho, tres cuartas partes de los ganadores de la lotería tienen mucho menos dinero cinco años después de haber ganado un premio.

En esta ocasión, el mínimo exento por el que hay que tributar a Hacienda se incrementa hasta los 20.000 euros desde los 10.000 euros del pasado año. Esto supone que los ganadores del Gordo se embolsarán 324.000 euros una vez abonados los impuestos. Con esta cantidad, el dueño de un décimo premiado tendría la posibilidad de dejar de trabajar y vivir más de una década de forma holgada.

Pero según las estadísticas, el dinero mal gestionado suele dar quebraderos de cabeza, por lo que lo más recomendable es buscar alternativas para invertir el premio, conseguir rentabilizarlo y así maximizar los beneficios. Una opción es hacerlo en activos financieros diversificando el dinero en acciones o fondos indexados, como recomiendan desde el comparador Rastreator. Creen que, para aquellas personas que tengan un menor conocimiento en materia de finanzas, "este tipo de inversiones sirven para asegurarse una rentabilidad a largo plazo, ya que lo gestionan entidades gestoras implicando un menor riesgo". También existe la posibilidad de apostar por la renta fija o invertir en un plan de pensiones, que irá ganando rentabilidad con el paso de los años y podrá ser utilizado de cara a la jubilación.

Aunque la opción de 'tapar agujeros' es la más recurrente cuando se piensa en qué gastar el premio, es decir, eliminar las deudas contraídas hasta el momento y liberarse para no pagar intereses, como es el caso de amortizar la hipoteca. "Si se elige esta opción, es necesario analizar diferentes variables antes de tomar la decisión, siempre y cuando se esté en la primera mitad del plazo de la hipoteca ya que, por norma general, en la segunda mitad el capital representa más que los intereses en la cuota. Además, a la hora de amortizar conviene rebajar el plazo de amortización y no la cuota", explica el responsable de hipotecas del comparador, Sergio Carbajal.

La opción de 'tapar agujeros' es la más recurrente cuando se piensa en qué gastar el premio

Llevar a cabo una amortización anticipada de la hipoteca puede tener consecuencias que hay que tener en cuenta, así como las particularidades de cada préstamo. Desde la entrada en vigor el pasado mes de junio de la nueva Ley Hipotecaria, todas las hipotecas variables firmadas tienen una comisión por amortización anticipada que puede ser de hasta el 0,15% durante los primeros cinco años o del 0,25% durante los primeros tres años.

La fiscalidad es otra variable importante, ya que a las viviendas compradas antes del 1 de enero de 2013 se les aplica una desgravación del 15% de las cantidades aportadas sobre un máximo de 9.040 euros anuales. Por el contrario, si la vivienda se compró después de esa fecha, no existe beneficio fiscal, con lo que el ahorro de intereses es prácticamente inexistente debido al euríbor negativo.

Debido a que, actualmente, el tipo de interés medio de las hipotecas sobre viviendas se sitúa en el 2,51%, el comparador aconseja invertir en lugar de amortizar si se encuentra un producto de inversión que proporcione una rentabilidad superior. "Si no, lo más adecuado sería eliminar la deuda contraída con el banco".

Comprar una vivienda también pueden ser una opción atractiva. Eso sí, dependiendo del lugar en el que se lleve a cabo la adquisición, de si el precio actual del inmueble se revalorizará en el futuro y de si se puede alquilar para que genere un rendimiento casi de inmediato. Hay que recordar que la vivienda es una inversión ilíquida, lo que supone que no se puede desinvertir en cualquier momento, y que el proceso de venta lleva un tiempo. "El mercado de la compraventa comienza a mostrar signos de agotamiento, las ventas están empezando a bajar y los precios aún se mantienen altos. Al ser una inversión a largo plazo no importaría tanto la fase del mercado en el que se compra, pero sí es cierto que ahora mismo podemos estar en máximos", añaden.

¿Y emprender un negocio? En este supuesto habrá que estudiar si se trata de una idea rentable que pueda funcionar y no lanzarse a la aventura sin un estudio previo.

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