Las entidades financieras españolas anticipan un endurecimiento de los criterios de concesión
Las entidades financieras anticipan un cierto endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos y un descenso de la demanda, tanto para el consumo como para la compra de vivienda, lo que interrumpiría la tendencia ascendente que se ha venido registrando en los últimos meses gracias a la confianza por la recuperación de la pandemia. Un escenario que borrará la incertidumbre generada por las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania, según las previsiones para los próximos meses recogidas por el Banco de España.
La Encuesta sobre Préstamos Bancarios del organismo refleja que, de cara al segundo trimestre del año, las entidades españolas encuestadas anticipan un nuevo endurecimiento de los criterios de concesión y un leve descenso de la demanda, lo que en gran medida estaría influido por un aumento de la incertidumbre asociado al impacto que la guerra en Ucrania podría provocar sobre la actividad económica.
En cuanto al crédito a los hogares para adquisición de vivienda, prevén cierto endurecimiento de los criterios de concesión de préstamos y un descenso de la demanda, lo que interrumpiría la tendencia ascendente que se venía registrando en este segmento en los cuatro últimos trimestres.
Mientras, con el crédito a los hogares para consumo y otros fines se espera que los criterios de concesión de préstamos se endurezcan ligeramente y anticipan un leve descenso de la demanda.
Respecto a lo acontecido en el primer trimestre de 2022, los criterios de concesión de préstamos a las sociedades no financieras se endurecieron de forma moderada, debido a un aumento de los riesgos percibidos y a una menor tolerancia a ellos por parte de las entidades financieras. El Banco de España explica que "esto estaría vinculado a un contexto de mayor incertidumbre y al impacto negativo que tanto los problemas de abastecimiento (los denominados cuellos de botella) como los mayores costes de la energía y de otras materias primas habrían ejercido sobre la actividad de las compañías".
Además, los criterios de concesión se endurecieron de forma más intensa en las pymes que en las compañías más grandes.
La demanda procedente de las empresas se habría mantenido estable en el primer trimestre de 2022. Esto habría sido consecuencia de efectos contrapuestos, pues, mientras que el incremento de fusiones y de operaciones de reestructuración empresarial y las mayores necesidades para financiar inversiones en capital fijo habrían favorecido un crecimiento de las solicitudes, el uso de financiación interna habría propiciado una contracción de la demanda crediticia.
Respecto a los criterios de aprobación de créditos a los hogares para adquisición de vivienda, entre enero y marzo de este año se mantuvieron estables en España. En cambio, las condiciones generales aplicadas en estos préstamos se habrían relajado algo, como consecuencia principalmente de la fuerte competencia existente en este segmento, y esto se habría traducido en una reducción en los márgenes aplicados a los préstamos ordinarios.
De acuerdo con la percepción de las entidades financieras, la demanda de fondos para adquisición de vivienda habría crecido de nuevo entre enero y marzo, fundamentalmente como consecuencia del aumento de la confianza de los consumidores y, en menor medida, por las buenas perspectivas del mercado de la vivienda y el reducido nivel de los tipos de interés.
"Parece, por lo tanto, que la creciente incertidumbre que se habría puesto de manifiesto en marzo, con el estallido de la guerra en Ucrania, no habría afectado aún de forma significativa a las solicitudes de fondos de este segmento, que van referidas al conjunto del primer trimestre", señala el organismo.
Sobre los criterios de concesión de préstamos a los hogares para consumo y otros fines, no variaron durante el primer trimestre de 2022. La demanda de crédito en este segmento habría aumentado de nuevo, impulsada por un mayor gasto en bienes de consumo duradero y por la mayor confianza de los consumidores.
Igualmente, debido al impacto de la guerra en Ucrania y la mayor inflación asociada, los datos apuntan a un debilitamiento de la recuperación del consumo de la eurozona en abril. "Marzo había sido fuerte, impulsado por la reapertura de las economías después de la ola de Ómicron, y el efecto de arrastre debería respaldar un crecimiento sólido en el segundo trimestre. Pero la guerra en curso y los aumentos del coste de la vida presentan riesgos a la baja", destaca Oxford Economics.
Como detallan, el consumo de servicios, el principal impulsor de la recuperación, repuntó a partir de febrero, cuando las tasas de contagio comenzaron a caer y se levantaron las restricciones. "Pero los datos más recientes muestran que la tendencia alcista está perdiendo fuerza y que el consumo de servicios podría ser más lento para recuperarse por completo de las pérdidas por la pandemia. Además, los aumentos repentinos de infecciones en algunos países limitarán aún más el gasto en servicios", añade.
"Creemos que la caída de la confianza del consumidor en marzo puede ser una reacción exagerada y esperamos alguna corrección. Pero incluso si la confianza mejora en abril, es probable que la confianza se mantenga moderada y los hogares limiten el gasto", estiman los analistas, que sugieren que el momento de la recuperación del consumo aún es particularmente incierto.
Prevén que el segundo trimestre seguirá experimentando un sólido crecimiento del consumo, "pero con una inflación persistentemente alta que reduce los ingresos reales, los consumidores pueden ser reacios a derrochar". Opinan que esto afectaría a las expectativas del Banco Central Europeo (BCE) de un impulso positivo a partir de la reapertura en la eurozona en 2022, lo que implica que el ajuste monetario podría no ocurrir tan rápido como esperan los mercados.